La carretera comarcal que une Alcoy y Bocairent por el centro del parque natural de Mariola está siendo utilizada para habilitar una gran franja auxiliar de prevención de incendios.El objetivo de la iniciativa, que conlleva la tala de cientos de pinos, es contar con un elemento estratégico de protección en una sierra que ha sido azotada históricamente por el fuego.
La intervención está siendo desarrollada en el marco del plan de prevención de incendios forestales de Bocairent, con la supervisión de la Conselleria de Medio Ambiente. Los trabajos se están llevando a cabo a ambos lados de la carretera, entre el área recreativa de la Font de Mariola y las proximidades del polígono industrial del municipio valenciano.
Críticas
Se trata de una actuación más que llamativa, toda vez que está conllevando la tala de centenares de pinos, algunos de grandes dimensiones, que en la actualidad están siendo apilados en la zona a la espera de su trituración. Esta aparatosidad ha suscitado algunas críticas en el sentido de que el impacto es demasiado elevado.
Sin embargo, el director del parque natural, Salvador Palop, justifica plenamente la actuación. Según sus palabras, «se trata de unos trabajos que cuentan con todas las autorizaciones y que además están siendo completamente controlados. Pese a la aparatosidad, son muy necesarios para prevenir lo que podría convertirse en una catástrofe ecológica en caso de incendio».
El objetivo de la franja auxiliar es otorgar a los medios de extinción más posibilidades de sofocar con éxito un hipotético fuego que llegara a esta zona. En lo que respecta a la tala de los árboles, Palop subrayaba que «efectivamente se están eliminando pinos, que son muy inflamables, favoreciendo la recuperación de las carrascas y acelerando su crecimiento. Con ello mejoramos la composición de los bosques, prevenimos incendios y potenciamos la vegetación autóctona. En definitiva, no se trata de un atentado ecológico, sino todo lo contrario».
Esta actuación se une a otras que ya se han llevado a cabo en distintos puntos del término municipal de Alcoy, caso de Serelles o el entorno de Les Casetes de Vilaplana, o también en Agres, en las inmediaciones de las pistas forestales que conducen a la Cava Gran y a la de Don Miguel.
Todo ello, insiste Salvador Palop, con la finalidad de proteger a una sierra que ha sido asolada históricamente por los incendios, algunos de ellos de gran envergadura. El de mayor impacto fue el de 1994, donde aparte de arder 9.000 hectáreas, el 60% de la sierra, murieron cinco ocupantes de un avión que intervenía en las tareas de extinción. Más reciente, el de 2012, fue otro siniestro que superó las 500 hectáreas arrasadas en la zona de Serelles, dentro del término municipal de Alcoy.
