El servicio del autobús urbano de Alcoy alcanzó en 2018 1.654.566 viajeros tras encadenar el cuarto año consecutivo de incremento. La buena aceptación de los bonos para jubilados, estudiantes y desempleados, así como las paradas inteligentes, se esconden dentras de esta recuperación progresiva tras tocar fondo en 2014. Los usuarios, con todo, reclaman algunas mejoras, como una mayor frecuencia del servicio durante los fines de semana.
La recuperación del número de viajeros del servicio urbano de autobuses de Alcoy iniciado hace cuatro años está consolidándose. Fue en 2014 cuando se alcanzó la cifra más baja con 1.311.537 usuarios, lo que levantó todas las alarmas tanto desde el punto de vista de la rentabilidad social del servicio, como también de la puramente económica, toda vez que son las arcas municipales las que tienen que compensar a la empresa la pérdida de pasajeros.
Ese mismo año el Ayuntamiento acometía una profunda reforma de las líneas, suprimiendo aquellas que apenas tenían uso, con el objetivo de racionalizar tanto el servicio como el gasto. La medida obtuvo resultados de manera inmediata, toda vez que un año después el número de viajeros se incrementó hasta 1.343.507, mientras que en 2016 pasó a 1.529.154. En 2017 la cifra volvió a crecer hasta 1.572.793.
La dinámica se ha mantenido en el ejercicio que se acaba de cerrar, con un incremento de un 5,2%, que ha dejado la cifra total en 1.654.566. La recuperación, por tanto, es evidente, aunque todavía se está lejos de los casi dos millones de usuarios que se llegaron a alcanzar hace una década. A la hora de concretar las causas de este paulatino aumento, el concejal de Obras y Servicios, Jordi Martínez, hace referencia a los bonos sociales dirigidos a jubilados, estudiantes y desempleados, con precios que oscilan entre los 3 y 4 euros mensuales, o entre los 30 y 40 euros anuales. En total son 9.147 los abonados que hay en la actualidad.
También otras cuestiones como la tecnología introducida en algunas paradas, caso de los paneles que avisan de lo que tardan los autobuses en llegar, han influido de manera positiva. Así lo señalan los propios usuarios, que valoran sobre todo los descuentos en los billetes que han supuesto los bonos. Con todo, también reclaman algunas mejoras, como una mayor frecuencia del servicio durante los fines de semana, o la implantación de cámaras en los autobuses y conectadas con la Policía para avisar en tiempo real de la presencia de coches estacionados en las paradas.
