Investigadores de la Universidad de València (UV) y del Centre National de la Recherche Scientifique de Francia han constatado, por medio del análisis de restos de leña conservados en los yacimientos de El Salt y el Abric del Pastor en Alcoy, que los neandertales seleccionaban el combustible para encender fuego y producir humo. Los expertos atribuyen esta metodología a la finalidad de ahumar alimentos, tratar pieles o repeler a los mosquitos.

En el estudio, publicado en la revista «Journal of Archaeological Science», se han analizado las alteraciones anatómicas producidas por hongos en la madera de las hogueras. Los resultados de esta investigación constituyen «la primera evidencia arqueológica» de la existencia de hogueras con la finalidad de producir humo, en el contexto del este de la Península Ibérica, durante el Paleolítico Medio, hace unos 50.000 años.

Además, este estudio apunta a que los neandertales tendrían el mismo conocimiento que los homo sapiens sobre las propiedades combustibles de la madera presentada en la naturaleza bajo distintos estados: madera verde, muerta, degradada por hongos o podrida, destaca la institución académica valenciana a través de un comunicado.

Paloma Vidal Matutano, del Grupo de Investigación Premedoc y del Departament de Prehistòria, Arqueologia i Història Antiga de la Universidad de València; y Auréade Henry e Isabelle Théry-Parisot, de la Universidad Côte-d'Azur y del Centre National de la Recherche Scientifique de Francia, destacan que esta selección de madera biodegradada podría relacionarse con funcionalidades de la hoguera asociadas a la producción de humo. Se trata del ahumado de carne o pescado, tratamiento de pieles o repelente contra mosquitos.

Paloma Vidal explica, respecto a la metodología, que es el primer análisis cuantitativo en el Paleolítico Medio sobre las alteraciones anatómicas producidas por la acción de los hongos en la madera. Estas modificaciones se han analizado con el microscopio y se han detectado matices en la gestión de la leña en distintas hogueras paleolíticas, sugiriendo el uso preferente de madera muerta y degradada por hongos por parte de los grupos neandertales.

Asimismo, una de las hogueras estudiadas, tal y como recoge el artículo, ha proporcionado restos de leña con una tasa de alteración por hongos más elevada que el resto de conjuntos. Con ello se aproxima estadísticamente a los conjuntos experimentales compuestos por madera parcialmente podrida. Este hecho sugiere que la madera fuera seleccionada por su estado.

Por otro lado, «la identificación botánica de los restos de madera carbonizada nos aportan una información valiosa sobre la conformación del paisaje en el pasado y cómo ha ido cambiando la vegetación a lo largo del tiempo», según Paloma Vidal. El análisis permite conocer que el paisaje leñoso durante las ocupaciones neandertales en el este peninsular estaba formado por extensos bosques de pino salgareño, conífera que se encuentra actualmente por encima de los 1.000 metros sobre el nivel del mar. Este hecho revela que el clima durante el Paleolítico Medio, en el interior de Alicante, donde se ubica Alcoy, sería más frío y húmedo que en la actualidad.