El tripartito de El Campello inyecta más de tres millones de euros en el presupuesto municipal para poder llegar a fin de año. El ejecutivo formado por PP, Cs y Vox aprobó ayer una modificación de crédito por 3,1 millones de euros, que provienen del remanente de tesorería de 2018, para poder afrontar pagos del día a día como nóminas, abonar facturas pendientes y actuaciones de las que restaba por liquidar parte de su coste, así como actuaciones urgentes como la mejora del consultorio médico de Muchavista.
Estos problemas para afrontar gastos no vienen derivados de la falta de recursos económicos, ya que la Corporación cuenta en el banco con más de 35 millones de euros y carece de deudas, sino con el hecho de que se mantengan prorrogadas las cuentas de 2014, que están completamente desfasadas y no reflejan los gastos e ingresos reales del Ayuntamiento, lo que genera todos los años superávits de más de seis millones.
La edil de Hacienda, Lourdes Llopis (PP), explicó que la modificación se divide en dos partes. Una de 747.000 euros para realizar inversiones nuevas y abonar pagos pendientes de actuaciones que no se finalizaron en el tiempo previsto y quedaban por liquidar. Este último caso es por ejemplo el de inversiones de las que quedaba alguna parte por abonar, como la sustitución del césped de campo de fútbol de El Vincle (31.000 euros). Y en cuanto a nuevas actuaciones, destaca los más de 300.000 euros que se destinan a mejorar el consultorio médico de Muchavista, además de otras inversiones menores como la mejora del camino de Coca (70.000 euros), del polígono El Messell (87.000), instalación antiincendios (40.000), alumbrado de la plaza del Ayuntamiento (50.000), mejora energética con la compra de nuevos sistemas de aire acondicionado para la Casa de Cultura y Urbanismo (84.000) o para vados (49.000).
En cuanto al otro apartado, de 2,4 millones, Llopis explicó a este medio que la mayor parte se destina a pago de nóminas, cerca de un millón de euros, destacando el «descontrol» del anterior equipo de gobierno con las cuentas. La edil señaló que confían en que una parte importante de este millón de euros no se llegue a gastar, aunque tenían que presupuestarlo así. Y avanzó también que tiene en mente realizar alguna inversión más este año que están perfilando.
Enajenaciones pendientes
Del mismo modo, entre los temas que había atascados destacó que no había apenas presupuesto para acometer las expropiaciones para conectar el alcantarillado de la zona norte con la depuradora de Sant Joan, tan solo 34.000 euros, por lo que se le han inyectado 345.000 euros. Pese a que en anterior gobierno llevaba varios años anunciando el inicio de las obras, «nada más llegar nos hemos encontrado con que no estaba el dinero para las expropiaciones necesarias», una medida que también agradeció Red.
Del mismo modo el ejecutivo anunció que están ya trabajando en unos presupuestos para 2020 que pretenden que estén aprobados como muy tarde a mediados de octubre, para que no se repita esta situación.
La oposición se abstuvo en este punto, salvo Podemos que votó en contra. El PSOE lamentó que no se haya consultado antes la modificación con la oposición, Compromís y Red pidieron sin éxito que se votaran por separado los dos apartados, EU que se diferenciaran las nóminas y las inversiones para apoyarlas, mientras que Podemos denunció el incremento de asesores hasta el límite legal por el tripartito.
El pleno tumba la auditoría de Urbanismo, la bajada del IBI y revisar la retirada de las algas
Pese a que Compromís, PSOE y Red indicaron el lunes que no rechazaban la auditoría, al final solo la apoyaron EU y Cs
El pleno tumbó ayer varias mociones de calado. Por una parte, la auditoría propuesta por EU sobre Urbanismo, Hacienda y Personal entre 2011 y 2019 no salió adelante por la falta de unidad de la oposición... pese al respaldo de Cs. Aunque el lunes Compromís, PSOE y Red se mostraron abiertos a no bloquearla, finalmente en el pleno, EU solo logró el apoyo de Cs, ahora en el gobierno pero que en el pasado mandato fue muy crítico con irregularidades urbanísticas como el caso de los chalés de Coveta que ha bloqueado Costas. PP, Vox y PSOE rechazaron la moción porque ya hay controles y no se puede dudar de la honorabilidad de los funcionarios. Y Podemos, Compromís y Red se abstuvieron. La formación morada negó irregularidades en el área de Urbanismo que detentaba su exedil De Lamo el pasado mandato, mientras que Compromís defendió que ya hay muchos controles y que es normal la disparidad de criterios de técnicos, mientras que Red se mostró dispuesto a apoyarla con cambios.
El alcalde, Juanjo Berenguer, salió en defensa del trabajo que se realiza en Urbanismo, de la que ahora también es responsable directo, negó irregularidades en el pasado mandato y advirtió que no va a consentir que se ponga en tela de juicio el departamento. Por su parte EU recordó que no solo hay discrepancias entre los técnicos, sino que Costas ha advertido irregularidades en la Comisión de Evaluación Ambiental con los chalés de Coveta, y que lo que pide es que den los medios que están reclamando los técnicos para poder controlar las áreas.
Muchos grupos instaron a EU a ir a los tribunales si detecta irregularidades, como ya ha hecho, pero esta formación advierte que con el bloqueo que se ha impuesto ahora al acceso a los expedientes ya no puede alertar de estas situaciones.
Sobre la moción de Red para bajar el tipo del IBI al mínimo, el 0,40%, todos, salvo esta formación, la rechazaron al carecer de valoración económica, no ser consensuada y amenazar la estabilidad económica.
También se rechazó la moción de Podemos para pedir un informe al Instituto de Ecología sobre la retirada de las algas de varias calas, pese a que PP y Cs se mostraron abiertos a apoyarla si Podemos desistía de aportar material gráfico de esos trabajos. Además, Cs reconoció que la autorización de Costas fue verbal, en el sentido de que no era necesario su visto bueno para la limpieza al ser en tierra, no en el mar.
El pleno aprobó una moción de Podemos de apoyo al colectivo LGTBI, respaldada por todos salvo por Vox, que se abstuvo aludiendo a que el colectivo está «totalmente integrado» en el municipio.
