Las mejoras en la gestión del agua y las obras acometidas en las redes de abastecimiento en los últimos 17 años han permitido a Xixona reducir en casi un 40% en agua suministrada. Entre los años 2000 y 2017 se ha logrado reducir en un 38,42% el agua suministrada para abastecer aproximadamente al mismo número de habitantes e industrias, lo que supone una reducción de aproximadamente 375.764 m3, es decir, 0,376 hm3, que equivale al agua suministrada actualmente a Xixona durante siete meses y medio. Así, se ha pasado de un rendimiento que se encontraba en torno al 45-50% a uno del 76%, según los datos de Hidraqua hechos públicos por la alcaldesa Isabel López (PSOE).

Las labores llevadas a cabo para lograr esta mejora en el servicio han sido por una parte por la optimización de la presión de la red de abastecimiento a fin de reducir las averías y pérdidas de agua, estableciendo diversos escalones de presión mediante la instalación de válvulas reguladoras de presión.

Y por otra gracias a la sectorización de la red, un método de gestión de la demanda en la que la compañía gestora del ciclo integral del agua divide Xixona por zonas de actuación con el objetivo de optimizar el mantenimiento. De esta forma, cuando se produce alguna avería, ésta no afecta a toda la red, sino que simplemente se ve afectado el sector en el que se encuentra la incidencia. Además, adecua el caudal al consumo requerido en cada zona, evitando pérdidas innecesarias en la red. Así mismo, la sectorización permite detectar con mayor facilidad aquellas zonas que muestran un menor rendimiento, puesto que presentan más fugas de lo habitual debido a la antigüedad de las conducciones. Y también las obras de renovación de las redes para permitir esta sectorización y reducir las pérdidas.

Del mismo modo, al instalar unos equipos electromecánicos acordes a las nuevas condiciones de trabajo, menos exigentes tanto de caudales de extracción como de altura a la que tienen que elevar el agua, se logra una mayor eficiencia energética que junto a la reducción del agua suministrada supone una reducción de aproximadamente 548.707 kWh, que representa a su vez una reducción de la huella de carbono en aproximadamente 211,25 toneladas de gases de efecto invernadero anuales.

Un ejemplo de estas actuaciones que están permitiendo un ahorro de agua son las obras recientemente acabas en el barrio Sagrada Familia y las que acaban de arrancar en El Través, que incluyen la renovación de la red de agua potable.

La alcaldesa destaca que las cifras son muy positivas, «fruto del importante esfuerzo inversor del Consistorio en la renovación de la red municipal y la adopción de otras iniciativas importantes, como la sectorización por zonas. Son obras bastante costosas y molestas, y que además no son nada vistosas. Muchas veces hablamos de que se están arreglando las aceras, cuando lo que realmente se está haciendo es renovar las conducciones que hay debajo para evitar roturas y pérdidas, y mejorar así la eficiencia de un recurso tan imprescindible y valioso como el agua».