Las obras de ampliación y reforma del centro de salud de Sant Joan d'Alacant no estarán acabadas, en el mejor de los casos, hasta el verano del año 2020. Un nuevo retraso en el inicio de las obras con un periodo de ejecución de 15 meses, confirmado por la propia consellera de Sanidad, Ana Barceló en su reciente visita al municipio, hace que las ansiadas nuevas instalaciones sanitarias, que se llevan esperando desde hace años, se retrasen aún más.

En palabras de la propia consellera, Ana Barceló, «las obras que se tienen que iniciar en el primer trimestre de 2019 nos permitirán prestar los servicios que requiere la población de Sant Joan».

En concreto, un presupuesto de 1,6 millones de euros, permitirá ampliar en 800 metros la superficie con una nueva edificación contigua a la existente, que se destinará a boxes de urgencias, atención pediátrica, salud mental, curas y extracciones, rehabilitación y preparación para el parto.

Durante años sucesivos, tanto con el PP gobernando en Valencia y en Sant Joan, como con el PSOE al frente del Consell y del ayuntamiento santjoaner, el centro de salud quedaba fuera de los presupuestos de la Generalitat. Las reivindicaciones fueron constantes, especialmente en un céntrico solar, destinado a albergar el ambulatorio, que incluso fue testigo de actos electorales del Partido Socialista y hoy se ha convertido en «aparcamiento disuasorio».

Después de años intentando que el Consell dotara de financiación la construcción de un nuevo centro de salud que sustituyera al actual, con más de 33 años de funcionamiento, en febrero de 2017, la consellera Carmen Montón anunció, en presencia del alcalde Jaime Albero (PSOE), que el nuevo edificio quedaba aparcado y la mejora de instalaciones se reducía a una ampliación del actual ambulatorio. En ese momento se aseguraba que el proyecto de obra saldría a licitación en marzo de 2017, para que las obras comenzaran en enero de 2018, pero no fue hasta principios de este año cuando se adjudicó el proyecto por 120.000 euros. Es decir, los doce meses de retraso, después de años de espera, no se han recortado un ápice.

Con esta dinámica, no será de extrañar que la primera piedra de las obras, si el Ayuntamiento y Consell escogen esta opción, se coloque días antes de agotarse el plazo que permite la ley desde que se convoquen las elecciones locales y autonómicas de 2019.