La finalización de los apartamentos turísticos de Cala Lanuza y del acceso a esta playa de la zona norte de El Campello sigue bloqueada. La venta de esta polémica promoción que se anunció hace unos meses por parte del equipo de gobierno no se ha llegado a completa por razones que no han trascendido, por lo que su situación no ha variado después de que los trabajos se paralizarán en 2008 y su promotora entrara en concurso de acreedores.
Esta promoción, situada en lo que hasta 2005 era una de las últimas zonas vírgenes de El Campello, sigue paralizada desde hace ya ocho años. El ladrillo se adueñó de la recoleta cala alzándose allí un gigante de hormigón, pero se quedó por rematar la obra, y así sigue por el momento.
Un grupo americano se interesó el pasado verano por la adquisición del inmueble, situado en primera línea de playa y legalizado a posteriori por el Ayuntamiento tras unas denuncias por un exceso de altura. Al edificio le falta terminar el interior de las viviendas y sobre todo urbanizar las zonas comunes y accesos. En su día la urbanización del entorno se bloqueó por la falta del permiso de Costas, pero cuando este llegó a finales de 2008 la obra ya estaba parada por los problemas económicos de la promotora.
El actual equipo de gobierno llegó a concertar un encuentro con el grupo empresarial para abordar la situación, una vez que se pensaba que la compra era un hecho a finales del pasado verano. Pero finalmente no se celebró ninguna reunión y no se ha llegado a vender el inmueble, según confirmaron fuentes municipales, que no pudieron aclarar las causas de esta marcha atrás.
Esta situación hace que la finalización de la obra y la mejora del acceso a la playa se mantengan bloqueados. El anterior equipo de gobierno del PP se llegó a plantear seriamente la posibilidad de intervenir la fianza que la promotora Enypesa depositó cuando solicitó la licencia de obra, para con ese dinero acondicionar el camino que lleva a la playa, que está en muy mal estado. Pero finalmente se descartó al no tener clara su viabilidad legal y la nueva Corporación tampoco contempla esta posibilidad.
Los vecinos de la zona vienen denunciando desde hace años el mal estado de este vial, en el que aunque hace un tiempo se actuó, sigue con graves deficiencias y dificulta mucho el acceso, sobre todo a personas con movilidad reducida.
Este complejo de 127 apartamentos turísticos se inició en 2005 envuelto en una gran polémica. Llegó a ser calificado por colectivos ecologistas como el «Algarrobico» de la provincia, en referencia al hotel ilegal construido en suelo no urbanizable en Almería. Hubo una cascada de denuncias de conservacionistas y formaciones de izquierda ante juzgados, Ayuntamiento e incluso la Unión Europea, al considerar que se vulneraba la normativa de Costas y excedía la máxima altura permitida en cuatro plantas. La visión del inmueble desde la recoleta playa era y es ciertamente sobrecogedora, con una mole de hormigón que se alza sobre una pequeña montaña en lo que hasta hace una década era una tranquila y virgen cala.
Finalmente el Ayuntamiento confirmó un exceso de altura cuando estaba la obra principal casi terminada en 2008, y acreditó que la desviación rondaba los tres metros, lejos de las cuatro alturas -unos 12 metros- que figuraba en las denuncias. Esta discrepancia entre la rasante real y la licencia se subsanó a posteriori. Y ocho años después, sigue a la espera de que se acabe una obra nacida al calor del boom inmobiliario y ejemplo del terrible estallido de su burbuja.
