Los empleados de la limpieza de edificios públicos de Albatera retomaron ayer su trabajo tras un mes de parón. La plantilla ha desconvocado la huelga al constatar que cobrarán los salarios atrasados a través de un administrador concursal designado por el juzgado, puesto que la empresa concesionaria -Liasur- está en quiebra. Mientras tanto, Sanidad ha descartado que la falta de higiene esté relacionada con el brote de hepatitis A registrado en el colegio Cervantes, donde se han detectado cinco casos en pocas semanas. Ayer un equipo de sanitarios vacunó a 70 alumnos para prevenir nuevas infecciones de esa enfermedad vírica.

Según se indicó desde el Departamento de Salud de Orihuela al Ayuntamiento, no se pueden vincular los casos de hepatitis con la huelga de limpieza y la suciedad acumulada en ese centro escolar debido a que el periodo de incubación de esa enfermedad es muy amplio, con una duración media de entre 15 y 30 días, «no pudiendo asociar el inicio del proceso de incubación y la enfermedad (6 de noviembre) con las condiciones de falta de limpieza, puesto que la huelga se inició ese mismo día. Las mismas fuentes destacaron que la hepatitis A es una enfermedad vírica y la mayoría de los casos y brotes se suelen producir dentro del ámbito familiar y suelen achacarse sobre todo al contacto entre los miembros. De hecho, dos de las madres de los alumnos afectados también sufrieron contagio.

Por su parte, la alcaldesa de Albatera, Rosario Ballester, justificó ayer la tardanza en poner solución a la huelga en que «dependía única y exclusivamente del juzgado». Dijo que en cuanto se nombró a una administradora concursal el Ayuntamiento contactó con ella y se le propuso pagar a través de su figura las nóminas de los trabajadores, algo con lo que se mostró de acuerdo. «Nos ha autorizado para que paguemos y a través de la administradora vamos a transferir las nóminas de los trabajadores para que puedan cobrar desde el 15 de octubre hasta ahora y en adelante, hasta que se haga cargo una nueva empresa adjudicataria», dijo la regidora. Ballester matizó que los atrasos anteriores al 15 de octubre, los cobrarán a través del Fondo de Garantía Salarial (Fogasa).

Para Ballester, el Ayuntamiento «se encontraba atado de pies y manos para dar una solución, puesto que la empresa judicialmente se encontraba intervenida y hasta que no se nombrara administrador concursal no se podía levantar ni el embargo, ni el consistorio podía hacerse cargo de los pagos». En estos momentos los trabajadores han dejado de pertenecer a la empresa Liasur y han pasado a ser operarios de la administradora concursal.

Mientras tanto el Ayuntamiento sigue tramitando el procedimiento negociado para encontrar a una nueva empresa que asuma el servicio y se haga cargo de la plantilla de trabajadores.