La Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) ha comenzado las obras para renovar y reparar la pantalla de flotantes en el río Segura. Un dispositivo situado a escasos kilómetros de la desembocadura del cauce antiguo del río Segura y que permite bloquear el paso de residuos sólidos flotantes y plásticos al mar. La CHS cuenta con un presupuesto de urgencia de 390.000 euros para abordar esta actuación, reclamada por el Ayuntamiento el Guardamar del Segura y los grupos conservacionistas desde hace años, y que se ha hecho más urgente desde la última avenida del río Segura, que terminó por inutilizar este especie de presa de residuos.
El comisario de Aguas adjunto de la CHS, Sebastián Delgado, explicó ayer a INFORMACIÓN que las obras comenzaron hace unos días y tienen un plazo de finalización del 31 de agosto. En una primera fase, se han retirado todos los residuos y plásticos flotantes acumulados en la pantalla, y se han depositado en una margen del río para que sean trasladados a un vertedero autorizado. Después se van a ir retirando los sedimentos, lodos y fangos arrastrados por el río en distintas crecidas en los últimos años, que han hecho que la pantalla quede varada en el lecho del cauce del río. Al no permanecer flotando, cuando hay un aumento del nivel del agua los plásticos rebasan la barrera y terminan en la desembocadura, el mar y, en muchas ocasiones, las orillas de las playas de Guardamar.
El deterioro de la pantalla, que se instaló hace más de una década, y que está formada por varias unidades de bloqueo en superficie, se agravó por la avenida de agua de diciembre, pero ya arrastraba problemas antes por falta de mantenimiento. Hace un año y medio dejó de funcionar el dispositivo que sirve para retirar los residuos de forma automática, a través de un mecanismo electromecánico -una especie de cinta-. Era el Ayuntamiento el que se encargaba de hacerlo a través contratando a una empresa.
Cauce antiguo
La pantalla está situada en la desembocadura del cauce antiguo. Esta ribera sigue recogiendo a lo largo de un kilómetro, las aguas sobrantes de riego -aguas muertas- procedentes de más de media docena de acequias de la huerta tradicional-, en paralelo al cauce nuevo.
La CHS ha podido abordar las obras gracias a las inversiones de emergencia aprobadas por el Estado para paliar los efectos del temporal de diciembre pasado, que provocó inundaciones en la huerta por el desbordamiento del río en algunos puntos por primera vez en 30 años. Esa condición de urgencia permite invertir en esta obra hasta 390.000 euros en función de las necesidades que surjan durante la actuación.
