La Generalitat Valenciana está dispuesta a llevar a los tribunales a la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) si este organismo no retoma las tareas de limpieza en el cauce del río a su paso por la Vega Baja. El problema se localiza sobre todo en Guardamar del Segura, donde se ubica la desembocadura del cauce, y hasta donde llegan cada día kilos y kilos de desechos, especialmente envases plásticos, desde la red de azarbes de la comarca. El municipio ha gastado más de 8.000 euros en retirar los desperdicios durante el último año porque según asegura el alcalde, José Luis Sáez, la Confederación dejó de acometer tareas de mantenimiento en enero de 2016.

El director general de Calidad Ambiental, Joan Piquer, visitó ayer Guardamar para constatar la situación y recoger las demandas del Ayuntamiento. El problema se focaliza principalmente en el antiguo cauce del Segura, por el que fluyen las aguas sobrantes de riego de la huerta de la Vega y que traen consigo los desperdicios.

La situación ha empeorado en las últimas semanas. Con motivo del temporal de gota fría registrado en diciembre y para facilitar la salida de aguas, se desmontó parte de la pantalla flotante emplazada en la vieja desembocadura y que tiene por cometido impedir que los desechos acaben en el mar. Pues bien, hasta ayer la CHS no había intervenido para reponer la citada barrera, que además está rota, y buena parte de los desechos acaban en el Mediterráneo.

El regidor guardamarenco aseguró ayer que se ha enviado múltiples requerimientos a la CHS y también se han mantenido reuniones con algunos de sus responsables para exigir soluciones. Pero según José Luis Sáez la respuesta siempre es la misma. «Nos dicen que no hay dinero. Sin previo aviso dejaron de mantener la infraestructura» y cuando se mantienen reuniones «se traslada la presión al municipio», de forma que, según él, les hacen creer que si lo quieren ver limpio tienen que asumir el gasto «cuando eso es algo que les compete a ellos».

Es por ello que el Ayuntamiento de Guardamar se ha visto obligado en los últimos 12 meses a acometer los trabajos de limpieza en la vieja desembocadura. Se hace contratando una máquina que saca los residuos que permanecen a flote y los agrupa en contenedores que luego se trasladan a plantas de desechos. Todo ello a cuenta del erario municipal.

Diálogo

Joan Piquer pidió ayer al regidor que se elabore un informe con todos los gastos que ha afrontado el Ayuntamiento por la inactividad de la CHS. «Intentaremos llegar a una solución por la vía del diálogo, si no estamos dispuestos a presentar un contencioso» en los tribunales, aseguró ayer el director general. El mismo dijo que una vez que Guardamar cuantifique todo lo que ha gastado, se reclamará al Ministerio de Medio Ambiente.

Piquer valoró que esta situación se debe a la mala gestión que hacen algunos de los vecinos de la Vega de sus desechos y también a que la Generalitat precisa «un nuevo sistema de retorno de envases». Todo ello unido a la inactividad de la Confederación.

La situación que se vive en la vieja desembocadura del Segura no siempre ha sido así. Hasta hace unos años funcionaba una máquina que retiraba los residuos de forma mecánica y que estaba instalada junto a la pantalla flotante. Esa maquinaria sigue ubicada en el mismo punto, pero ya no funciona. Se averió y nunca se reparó.