El colapso de la variante de Torrevieja es diario en las horas centrales del día. Y también lo es en sus accesos, en especial en el tramo de la CV-95 entre el Hospital Universitario de Torrevieja y «la raqueta» que sirve para incorporarse a la variante en dirección a Alicante. Un cruce muy peligroso. En ese punto el Ministerio de Fomento tenía contemplada la ejecución de una rotonda con un carril de desaceleración sentido Alicante en el proyecto de la Vía Parque entre Torrevieja y Pilar de la Horadada.
La duplicación de la Nacional 332 entre ambos municipios se fraguó en 2005, pero en octubre de 2009, cuando se inauguró la rotonda había desaparecido. No se hizo pese a que los propietarios privados de los terrenos, dos empresas promotoras, los habían cedido. Pero el Ayuntamiento de Torrevieja no los aportó al Ministerio de Fomento. En 2014 durante el anterior mandato del PP en Torrevieja, con Eduardo Dolón como alcalde, se anunció una consignación presupuestaria para llevar a cabo la rotonda. Ya no era tan ambiciosa y contemplaba tres opciones -que en cualquier caso suprimían el carril en la variante-. El anuncio se vendió como una medida para paliar los constantes problemas de seguridad y accidentes mientras se lograba la interminable tramitación de la duplicación de la circunvalación -que sigue sin concretarse-.
Con el nuevo gobierno de coalición la Concejalía de Urbanismo retomó el proyecto. Según la edil Fanny Serrano (PSOE) se remitió una de las alternativas al Ministerio de Fomento a principios de 2016. No hubo respuesta, aseguró ayer a este diario, porque no ha llegado a consignarse ni en los presupuestos de 2016, ni en los de este año. INFORMACIÓN preguntó ayer al diputado nacional Joaquín Albaladejo sobre el «paradedero» del proyecto de la rotonda. Según el diputado popular cualquier actuación en ese tramo de carretera está sujeto a la moratoria urbanística impuesta por el Plan de Infraestructuras Verdes del Litoral (Pativel) que está redactando la Generalitat y por lo tanto no se puede abordar. Serrano, sin embargo, asegura que el Pativel no tiene incidencia a la hora de llevar a cabo la obra. «No hay más razones que la falta de presupuesto» de Fomento, agregó.
Ni gobierno local, ni oposición se han interesado en exceso por esta mejora de seguridad, mucho menos compleja que la consecución de la variante y que paliaría una parte de la retención del tráfico entre Los Balcones, el Hospital -en el que trabajan cientos de personas y que genera docenas de recorridos cortos diarios- y el casco urbano de Torrevieja. Las tres soluciones pasaban por dar mayor capacidad a la rotonda de La Veleta; realizar una rotonda inmediatamente después de la que ya existe para dar acceso a la desalinizadora, o realizar un extraño y largo rodeo al futuro plan parcial P-5, dejándolo sin accesos, para incorporarse a la variante.
