El Partido Socialista y Alternativa Popular de Torrevieja hicieron ayer balance del Certamen Internacional de Habaneras y Polifonía de la ciudad, cuya 60ª edición se clausuró el fin de semana y cuestionaron varios aspectos de su desarrollo. En primer lugar, los socialistas tildaron de «engaño» la publicidad que anunciaba que en la inauguración, el sábado 19 de julio, actuaba el Orfeón Donostiarra. En palabras del edil Javier Manzanares, que «las actuaciones del Orfeón, que está compuesto por 170 voces, suelen ser al mínimo de 80 personas, cuando en Torrevieja solo actuaron 60, así que quien realmente actuó fue un coro perteneciente al Orfeón, pero no éste en sí». Además, Manzanares reclamó la devolución del precio de la entrada, basándose en que «5 días antes el Orfeón actuó con entrada gratuita en Montpellier (Francia), y aquí se cobró tanto una entrada especial al público como un recargo a los abonados».

Aunque admitió no tener todavía los datos oficiales, Manzanares estimó que la presencia de la entidad donostiarra ha costado en torno a 100.000 euros, sufragados aproximadamente al 50% tanto por el Ayuntamiento como por la Diputación de Alicante, cuyo auditorio albergó el domingo 20 otra actuación de esta entidad. Al ser preguntado por el motivo por el que no avanzó el coste del concierto antes de que se produjera, Manzanares aseveró que no lo hizo «por respeto al certamen», y dijo que el PSOE «trabaja» con expertos del sector «para presentar próximamente una serie de propuestas para mejorar este evento internacional».

El edil de cultura, y vicepresidente del Patronato de Habaneras Luis María Pizana, respondió que esta entidad «solamente tiene dos vertientes, el Orfeón y las Escolanías, así que por supuesto que aquí actuó el Orfeón. Decir otra cosa es ruin y mentir deliberadamente». Pizana no rebatió las declaraciones de Manzanares sobre el coste de los conciertos.Además el edil expuso que Manzanares acudió al certamen sólo como reacción a la asistencia al evento de la corriente socialista interna Sueña Torrevieja, opositora a la actual cúpula local del partido, que se dejó fotografiar al completo en el photocall de las Eras de la Sal.

Sobre este particular, Pizana incluso aportó una prueba fotográfica de que en una velada «la primera parte del concierto le interesó y la segunda no, tal y como lo prueba el vacío que dejó en su asiento, porque solo buscaba hacerse la foto», acusándole además de faltar reiteradamente a las reuniones del Consejo de Administración del Patronato.

Por su parte, el portavoz de Alternativa Popular de Torrevieja Domingo Soler afirmó que el «Certamen no ha tenido la suficiente calidad para generar emoción. Se necesita una revolución que vuelva a promover las habaneras torrevejenses y dejarnos de experimentos con gaseosa como el certamen de solistas, así como invitar a público joven, y volver al premio Maestro Parada, e incluso estudiar cómo variar la ubicación del escenario». Además censuró que al igual que el año pasado se produjeron filtraciones de información del patronato a un medio de comunicación, en este caso el de la identidad del Escudo de Oro de esta edición, apuntando además que «el Orfeón Donostiarra es magnífico pero no se le escuchó en su verdadera magnitud».

También subrayó «se realizó un homenaje a un alcalde franquista -Francisco Díez-como a escondidas, cuando para un acto así se debía haber buscado el consenso de los portavoces políticos, porque parece que el PP tiene complejo de ser de derechas".

Franquista

Respecto a Soler, Pizana respondió que «a comienzo del mandato municipal Soler abandonó por voluntad propia el Patronato de Habaneras, y como dicen los jóvenes ahora, se ha llevado un zas en toda la boca, porque este año se han logrado objetivos que él siempre soñó, para lo cual ha habido mucho trabajo y en equipo, dos conceptos que él desconoce. Y no nos pondremos límites en seguir creciendo".

Además, argumentó que "hubo muchas habaneras de compositores locales, y otras muchas de autores foráneos pero con arreglos de autores locales. Y sobre Francisco Díez, él contribuyó una transición ejemplar en el municipio. Y yo no he sido jamás franquista, pero quizá Soler no puede afirmar lo mismo».