El nuevo temporal que azota la península está dejando cada dos días en el Tajo un volumen de agua equivalente a la que necesitan los regantes del trasvase para todo el mes. Las lluvias de la última semana están aportando a los embalses de Entrepeñas y Buendía unos 15 hectómetros cúbicos diarios, cuando las necesidades del regadío y del abastecimiento juntas en esta época del año se calculan en 38 hectómetros cúbicos mensuales, según la regla de explotación. Las lluvias han dado paso a la nieve en Castilla-La Mancha, por lo que se prevé que seguirán entrando caudales a los pantanos en los próximos días, según apuntó ayer el presidente del Sindicato Central de Regantes del Acueducto, José Manuel Claver.

Los embalses de Entrepeñas y Buendía, que almacenan el agua destinada al Trasvase Tajo-Segura, sumaban ayer 766 hectómetros cúbicos, según los datos ofrecidos por la Confederación Hidrográfica del Tajo en su página web. Entrepeñas se encontraba al 37,58%, mientras que Buendía estaba al 28,43%. Los regantes el Tajo contemplan con satisfacción cómo está subiendo día a día el nivel de los embalses de cabecera, que reciben unos 150 metros cúbicos por segundo, según indicó ayer José Manuel Claver. Esto supone que cada día entran a los pantanos unos 15 hectómetros cúbicos, un volumen de agua excepcionalmente alto, teniendo en cuenta que las necesidades del regadío y del abastecimiento para esta época del año se sitúan en 38 hectómetros cúbicos mensuales. Por tanto, los embalses reciben en dos días el agua que necesitarían los regantes para un mes entero.

Mientras que la lluvia está dando tranquilidad a los agricultores, que ven aseguradas así los caudales necesarios para los meses más duros del verano, el recibo de la luz se ha convertido en un quebradero de cabeza. Los regantes murcianos soportan un sobrecoste de más de 3,3 millones de euros anuales en la factura de la electricidad tras la entrada en vigor de la reforma energética del pasado mes de julio, según los datos que ayer dio a conocer la Federación Nacional de Comunidades de Regantes (Fenacore), que cifra en 100 millones «el impacto del tarifazo en toda España». Según Fenacore, desde que se suprimieron las tarifas de riego en 2008 la luz ha subido un 80%.

Por su parte, Claver explicó que la subida resulta menos acusada para los agricultores murcianos, dado que se ha encarecido más el apartado del recibo que corresponde a la potencia instalada, que es un coste fijo, mientras que la tarifa de la energía consumida para bombear o elevar el agua se ha abaratado algo. Según indicó, la repercusión de la subida es mayor en las zonas que solo utilizan la electricidad unos meses al año, dado que pagan el repunte de la tarifa incluso cuando no riegan.