La titular del juzgado 1 de Violencia sobre la Mujer de Alicante dictó ayer el ingreso en prisión comunicada y sin fianza del anciano británico Ronald S.S., de 86 años, quien está acusado de matar a su mujer, Margaret, en un geriátrico de la playa de Muchavista, en El Campello, el pasado domingo. En el auto la magistrada abre las diligencias por un delito de asesinato con agravante de parentesco. La decisión se adoptó ayer, al cabo de cinco días de ocurrir los hechos, después de desplazarse la comisión judicial al Hospital de San Juan donde este permanece ingresado (y detenido) recuperándose de las heridas que se causó y que obligaron a su intervención quirúrgica. La prueba testifical se ha realizado después de pasar de la Unidad de Cuidados Intensivos a planta, donde permanece bajo custodia.

En su declaración, según Efe, negó la autoría del crimen y aseguró que ella se quitó la vida degollándose. Aseguró para sostener su relato que ambos tenían una salud muy precaria y habían hablado en varias ocasiones de suicidarse cuando fueran incapaces de cuidarse uno a otro. El acusado añadió que esta forma de morir es algo relativamente habitual en su país cuando se ha perdido la calidad de vida.

Guardia Civil

El fiscal, la secretaria del juzgado y su abogado acompañaron a la magistrada al centro sanitario. Era la primera vez que Ronald S. S. hablaba sobre estos hechos pues se había negado a prestar declaración ante los investigadores de la Guardia Civil que han elaborado todo el atestado y que fueron quienes les notificaron su detención por estos hechos el pasado jueves. Las mismas fuentes explicaron que el acusado será sometido a un informe psiquiátrico cuando ingrese en prisión a petición de su abogado para ver cuál es su estado mental.

Margaret, de 79 años, es la primera mujer este año que, según los investigadores, ha muerto a manos de su pareja en la provincia de Alicante. Fue una empleada de la limpieza la que encontró en una de las habitaciones de la pareja el cuerpo de la fallecida, con un profundo corte en el cuello de parte a parte. Muy cerca de ella se encontraba el detenido malherido, también en el cuello, por lo que dio aviso a los servicios de emergencias. Los sanitarios sólo pudieron certificar la muerte y trasladar al hombre al hospital, donde fue intervenido de urgencia y se le practicó una laparotamía. En la inspección ocular realizada por los agentes de la Benemérita se encontró un cuchillo de cocina y un cúter. Con este último, mucho más afilado, se habrían producido las heridas que presentaban ambos.