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Cinco condenados por urdir un plan para repartirse el dinero de Mercalicante

La Audiencia les impone penas mínimas que no llegan al año de cárcel pero les obliga a indemnizar a la empresa mixta con 2,6 millones de euros - La exmujer del gerente de la mercantil y un contable, absueltos

Los acusados sentados en el banquillo durante una de las sesiones del juicio por Mercalicante. RAFA ARJONES

Sin el principal acusado por el desfalco en la empresa mixta, el caso Mercalicante ya tiene sentencia. La Audiencia Provincial ha condenado a cinco de los siete acusados en el proceso por delitos de estafa y falsedad en documento mercantil, según el fallo al que ha tenido acceso este diario. Las penas son mínimas ya que apenas llegan al año de prisión al aplicarse una atenuante de dilaciones indebidas por los trece años de retraso que acumula la causa, pero los acusados deberán indemnizar a Mercalicante con cantidades que suman 2,6 millones de euros. El fallo considera probado que los acusados urdieron un plan junto con los otros implicados que están huidos de la Justicia y no han podido ser juzgados, «para enriquecerse a costa de Mercalicante».

El principal acusado, el exgerente de la Mercalicante entre 1997 y 2002, José Emilio Clavero, ha sido el gran ausente de este juicio y permanece en paradero desconocido; al igual que uno de sus socios, el empresario Julio Carlos Serio. Ambos tendrán que ser juzgados cuando sean localizados. El fallo impone once meses de cárcel por estafa a Antoni Rocas, Custodia Camuñas y Fernando Barroso; así como 11 y cinco meses de cárcel por estafa y falsedad a Ángel Moreno; y cinco meses a Francisco Javier Luengo. Asimismo absuelve al contable de Mercalicante, Miguel Ángel Ramo y a la exmujer de Clavero, Cristina Soro, defendida por el letrado José Luis Moreno. La sala no ha considerado probado que ambos ayudaran a Clavero en el desfalco y dice que eran ajenos a los manejos del exgerente de la empresa mixta.

La sentencia se centra en dos operaciones cuyas funestas consecuencias para las cuentas de Mercalicante destacaba la auditoría de Pricewaterhouse: el alquiler de las naves frigoríficas y el proyecto de mercado electrónico, que causaron pérdidas a la mercantil de 915.461 y 1.755.386 euros, respectivamente. La construcción de las naves de frigoconservación y de multiservicios formaban parte del plan de expansión de Mercalicante y se iban a destinar a su arrendamiento. La intención era alquilarla a la mercantil Logística Alicantina del Frío (LAF). El fallo considera probado que entre Clavero, Serio y Rocas «interpusieron a tres mercantiles entre LAF y Mercalicante (conocidas como «las tres íes») con el objeto de defraudar a ésta pactando una renta por los módulos de frigoconservación sensiblemente más bajos de los ya conveniados». Mientras que Inver, Intermak e Intercom abonaban algo más de 3.000 euros de alquiler, ésta las subarrendó a LAF por el triple. La diferencia de precio eran los fondos que se distrajeron a Mercalicante. El fallo considera probado que como contraprestación Clavero recibió en una cuenta gran parte del precio de su casa en el centro de Alicante.

Antoni Rocas, que vendió «las tres íes» a Julio Serio, «no es ajeno a la trama urdida, prestándose a firmar los contratos y efectuando transferencias a la cuenta de Clavero», dice el fallo, que le considera una «pieza fundamental del entramado fraudulento». El fallo considera probada la participación de Luengo en los hechos al prestar a una de sus mercantiles (Inver) para participar en el entramado.

En cuanto al proyecto del mercado electrónico, que se encargó a la mercantil Tenos, la Audiencia es contundente al decir que «el proyecto Sime se enmarca en una operación de expolio y saqueo del patrimonio de Mercalicante, facturándose por unos equipos y una programación de software que no existe». Para la sala, el Sime fue un «tramado fraudulento» urdido por Clavero y los acusados María José Camuñas, Ángel Moreno y Fernando Barroso.

El fallo dice que el análisis de las cuentas de Tenos demuestran que no es la que corresponde a una mercantil constituida en 1998 con un exiguo capital social cuyo objeto es la compra equipos informáticos. «Los fondos destinados por Mercalicante no se destinan a pagos a proveedores de Tenos, sino que se reparten entre Camuñas, Moreno, Inver, Intercom, Rocas, la madre de Clavero (fallecida en 2003), se compran títulos valores y se compran langostinos», dice.

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