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Alertan de cebos con agujas ocultas para matar perros en el Cabo de las Huertas

Un joven de Alicante evita la muerte de su can al llevarlo al veterinario nada más ingerir la comida con 11 alfileres que le extrajeron

Alertan de cebos con agujas ocultas para matar perros en el Cabo de las Huertas información

«Jazz» está de suerte. La rápida reacción de su propietario llevándolo a un veterinario de Alicante tras descubrir que había ingerido morcillas con agujas evitó que tuviera que ser sacrificado. El animal se recuperaba ayer en una clínica veterinaria después de que le extrajeran once agujas durante una intervención quirúrgica. El lamentable suceso ocurrió el pasado lunes por la tarde en Cala Cantalar, en el Cabo de las Huertas, y la alerta sobre la presencia de cebos con agujas se difundió rápidamente entre los propietarios de perros que suelen pasear por este paraje de Alicante, primero por las redes sociales y a lo largo de la jornada de ayer la noticia fue propagándose boca a boca entre las personas que salen por esta zona con sus mascotas.

El propietario del perro que comió los cebos con agujas piensa denunciar hoy los hechos ante el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) y la Sociedad Protectora de Animales y Plantas de Alicante también investigará este caso y pedirá la intervención de la Policía Local en la zona. La Protectora colocó ayer tarde carteles por la zona de Cala Cantalar advirtiendo del peligro.

La identidad de la persona que ha podido esparcir los cebos con agujas para matar perros o cualquier otro animal doméstico es por ahora un misterio, aunque más de un vecino que se enteró de lo ocurrido le maldijo ayer por lo que había hecho. «Esa persona no tiene espíritu», se lamentaba el dueño de un perro.

El incidente ocurrió en el camino que baja hacia la zona de baño en Cala Cantalar. Un joven estaba paseando a su perro «Jazz», de la raza biggle, y tras detectar inicialmente que podía haber ingerido restos de un excremento siguió paseando y poco después vio que el animal volvía a comer algo en dos ocasiones más. El dueño del perro se puso a buscar qué estaba comiendo y comprobó que en un matorral había media morcilla bien cortada. «La apreté y me pinché, descubriendo que estaba llena de agujas», explicó ayer el joven, que acudió por la mañana a Cala Cantalar para buscar más cebos.Traslado urgente

Al darse cuenta de que su perro podía haber ingerido más morcillas con alfileres avisó a su clínica veterinaria de Alicante y trasladó con urgencia al perro. Una vez en la clínica le hicieron una radiografía y no había dudas. En el interior de su cuerpo se apreciaban con nitidez las agujas, por lo que de inmediato fue operado con el fin de evitar lesiones en órganos que le pudieran causar la muerte.

Angustiado por el resultado final de la operación, el dueño de «Jazz» pudo relajarse algo cuando concluyó la intervención el lunes por la noche y le comunicaron que habían extraído once agujas del interior del cuerpo del perro. El joven se llevó a «Jazz» a su domicilio pero ayer tuvo que llevarlo de nuevo a la clínica para colocarle una sonda y dejarlo en observación.

La Protectora de Animales colocó ayer tarde en la zona de Cala Cantalar carteles en los que alerta del peligro e informa de la aparición de restos de comida para perros con alfileres en el interior. El cartel indica que suelen ser morcillas a las que introducen objetos punzantes y cortantes. «Si el animal lo ingiere causa terribles hemorragias y una muerte rápida y muy dolorosa», añade la Protectora. Asimismo, piden la colaboración de los ciudadanos que encuentren restos de alimentos o veneno para que avisen a la Protectora de Animales.

En esta misma zona del Cabo de las Huertas hace varios años ya se registró un caso similar con cebos esparcidos con agujas ocultas y en un parque de Alicante también encontraron los vecinos con trampas de comida con veneno y anzuelos.

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