Segundo perro peligroso abatido por agentes en un chalé de l'Alacantí en apenas diez días. La Guardia Civil ha acabado con la vida de un rottweiler en una casa de campo de Agost que amenazaba la integridad de los agentes, según explicaron ayer fuentes cercanas al caso. El suceso se produjo hace unos días en una zona rural de Agost, cuando una patrulla del Instituto Armado acudió a un chalé a entregar una notificación judicial al dueño por un tema que no ha trascendido.

En circunstancias no aclaradas, los agentes se vieron amenazados por el perro que había en la casa de campo mientras aguardaban a que alguien les abriera la puerta. Ante la actitud agresiva que mostraba el can, los agentes no tuvieron más remedio que desenfundar sus armas reglamentarias y abatir a tiros al can. En el incidente no se registró ningún herido.

Las fuentes consultadas no pudieron dar más datos de lo sucedido ni si había alguien en la casa en el momento del suceso. Del mismo modo se desconoce si el propietario contaba con la licencia de tenencia de animales potencialmente peligrosos. Desde la Guardia Civil y el Ayuntamiento de Agost no pudieron ayer aportar ningún dato sobre este suceso, registrado hace una semana aproximadamente.

Precisamente el pasado lunes trascendió otro suceso con un rottweiler abatido en la comarca, en este caso en la población vecina de San Vicente del Raspeig, que a su vez suponía la segunda agresión grave a una persona por parte de perros potencialmente peligrosos este verano en l'Alacantí.

Tal y como informó este medio, la Policía Local de este municipio acabó a tiros el viernes 16, tras causar heridas graves a una mujer, que fue hospitalizada, en una vivienda del extrarradio.

Permisos

El propietario del animal contaba con los permisos necesarios para la tenencia de este tipo de perros y los hechos ocurrieron en una vivienda del Vial de los Holandeses.

Según relató la propia mujer desde el hospital, todo empezó cuando estaba en el jardín de la casa de campo de su sobrino, en compañía de su madre, cuando levantó el brazo y con una zapatilla en la mano ordenó al perro que se fuera hacia la zona del bancal de la casa.

Ese gesto originó el ataque del animal, que le mordió en un brazo y una pierna, y que no la soltó en diez minutos.

La Policía Local acudió al lugar y no tuvo más remedio que abatir al can de diez disparos para que los sanitarios pudieran entrar y atender a la víctima, dada la gran agresividad que mostraba el animal, que pesaba unos 70 kilogramos.

El otro suceso de gravedad registrado este verano con este tipo de canes ocurrió a finales de junio en Mutxamel, cuando una joven de 17 años fue atacada por otro rottweiler causándole heridas graves en un brazo, agrediendo también a un hombre que sólo sufrió lesiones leves. La chica también tuvo que ser hospitalizada por las lesiones sufridas.