Vendada de arriba a abajo, con múltiples heridas y recién operada de la pierna izquierda en la que sufrió un grave desgarro muscular. La mujer que el pasado viernes fue atacada en la casa de un familiar por un rottweiler se recupera en el Hospital General de Alicante de las lesiones que padece.

«El perro se lanzó hacia mí tan rápido que no me dio tiempo a reaccionar. Pasaron 10 minutos interminables en los que no me lo pude quitar de encima. Pensé que me mataba, que me quedaba ahí», explica la mujer desde su cama en el hospital.

Según relata, todo empezó cuando el pasado viernes estaba en la casa de campo de su sobrino, en la parte del jardín en compañía de su madre, cuando levantó el brazo y con una zapatilla en la mano ordenó al perro que se fuera hacia la zona del bancal de la casa.

«Este gesto originó en el animal esta reacción tan tremenda. Imagino que lo hizo como defensa o por celos porque le estaba indicando que saliese de la zona del jardín para que pudiese correr por el campo», señala.

«Entonces se me enganchó al brazo derecho y después a la pierna izquierda. Sólo me soltó unos segundos, se alejó hacia la piscina y en dos segundos volvió para atacarme en la otra parte del cuerpo»,

recuerda la mujer.

Según cuenta, su madre intentó quitarle de encima al animal, aunque poco pudo hacer con un perro de 70 kilos de peso y con tal fuerza en la mandíbula. Fue precisamente la madre quien llamó a la Policía Local y al servicio de emergencias. La agresividad del animal obligó a la policía a disparar varias veces al perro para que los sanitarios pudieran atender a la víctima. En pocos minutos fue trasladada por una unidad del Servicio de Atención Médica Urgente al Hospital General.

«Esta recuperación va a ser muy lenta, me lo han avisado los médicos, estoy bien, pero tengo el cuerpo lleno de lesiones. Lo peor lo llevo en la pierna izquierda», explica.

La mujer asegura que fue un gran susto, aunque reconoce que le siguen gustando los perros.