Rectificar es de sabios. En medio de una intensa polémica y de la falta de consenso para el reparto de las inversiones de la Diputación, César Sánchez decidió coger el toro por los cuernos para evitar la imagen de división institucional en el pleno provincial convocado para mañana con la intención de quitarse de encima de una tacada todas las carpetas pendientes sobre la distribución de los grandes planes de obras. El acuerdo con el PSPV y Compromís, gestionado directamente por el presidente que llegó incluso a retirar a su municipio del listado para desencallar el conflicto, concede prioridad a las poblaciones más pequeñas -todas las que solicitaron obras con menos de 4.000 habitantes se les concederá- y a aquellas que llevaban más tiempo sin ayudas. Pero, además, pone la primera piedra para pactar el plan de inversiones sostenibles -otro gran programa inversor que se validará a mediados de año- y también un documento con nuevos criterios que se diseñarán con la participación de todos los grupos de la Diputación.

En las últimas horas, la presión para llegar a una salida pactada y evitar el choque político en el pleno provincial se había incrementado. No sólo por el rechazo de la oposición -los socialistas y Compromís se negaron a apoyar el plan de obras en comisión- sino también por la postura de varios diputados del PP que apostaban por la negociación, entre ellos, dos vicepresidentes como Alejandro Morant y Javier Sendra o un veterano diputado reconocido por su talante conciliador como Juan Molina. A primera hora de la mañana de ayer, el presidente de la Diputación descolgó el teléfono y citó al líder socialista, José Chulvi, con el que el PP consideraba más factible llegar a un acuerdo. Luego a Gerard Fullana, portavoz de Compromís y el hombre más crítico con el gobierno popular. El movimiento de César Sánchez les cogió por sorpresa. Hasta ahora, de hecho, apenas se habían producido contactos para alcanzar un pacto sobre la distribución del plan de obras, un proyecto con 19 millones de inversión total y que, en un principio, incluía a 57 municipios.

César Sánchez encabezó personalmente una delegación del PP que el presidente eligió con tacto. Participaron en los contactos el director de Presidencia, Juan Bautista Roselló, al que la oposición le reconoce capacidad de interlocución y de alcanzar acuerdos, además de tres de sus vicepresidentes. Bernabé Cano, en su condición de responsable de Cooperación. Pero también el citado Alejandro Morant y Carlos Castillo, dos dirigentes del PP con visiones completamentes diferentes sobre la gestión de la Diputación y que, como es público y notorio, no tienen una relación fluida. Todo lo contrario. El primero en entrar a negociar fue Chulvi. Y, posteriormente, con el pacto ya cerrado con los socialistas, fue Gerard Fullana el que se sentó a hablar con César Sánchez.

El propio presidente de la Diputación, a través de su perfil en Twitter, anunció el acuerdo alrededor de las dos de la tarde. La única respuesta al mensaje, significativa de las posiciones dentro del PP, fue del propio Morant, uno de los diputados que estaba en el epicentro de la polémica por el reparto de subvenciones a favor de su municipio y muy activo en las redes sociales. «Sigo pensando que las cosas siempre tienen arreglo si los responsables políticos tenemos altura de miras y somos capaces de entender que los beneficiados son los ciudadanos de nuestra provincia, no los alcaldes. Mis felicitados a todos por prestigiar esta necesaria "profesión"», apunta el vicepresidente y diputado de Hacienda en Twitter.

Los criterios establecidos para facilitar el acuerdo abren la mano con los pueblos pequeños. El equipo de gobierno del PP propuso, inicialmente, favorecer a todos los municipios menores de 3.000 habitantes que habían solicitado una obra. Compromís abanderaba llegar hasta 5.000 vecinos. Ni para ti ni para mi. Finalmente, se beneficiarán a todas las localidades con proyectos de hasta 4.000 censados. Y, además, se tendrá en cuenta a aquellas poblaciones que llevaban más años sin subvenciones. El programa inversor definitivo, que se llevará mañana a pleno, incorpora a 54 localidades con 18 millones de inversión global e integra nuevas solicitudes, excluidas inicialmente, como Biar, con un proyecto de 350.000 euros para reurbanización de calles o Algorfa, con una obra de 700.000 euros para el pabellón municipal de deportes.

Caen de la lista inicial, por no cumplir los criterios, las localidades de Cox, Gata, Petrer y una de las dos obras de Orihuela además de Calp, localidad de la que es alcalde César Sánchez y que, en su momento, ya se benefició de una ayuda «a dedo» de casi dos millones de euros. El gesto del presidente de la Diputación de sacar a su pueblo del conflicto fue clave para poder desatascar el problema. Y además la negociación ya puso la primera piedra para perfilar el plan de obras sostenibles. Otro gran programa inversor que verá la luz entre mayo y junio y en el que encontrarán acomodo, con toda seguridad, estos municipios que ahora han quedado fuera por ajustarse sus peticiones más a estas bases, además de otras localidades que esperaban turno en la lista de 16 localidades en reserva como El Verger y Agost. Igualmente se podría buscar una salida para el Ayuntamiento de Pego, que trabaja con un proyecto inversor de gran envergadura. En el pleno de la Diputación también se registrarán, como adelantó este periódico, la renuncia a las ayudas «a dedo» de Busot, Mutxamel y La Nucía, que deberán someterse junto con el resto de peticiones a un trámite nuevo con criterios pactados.

Con la decisión del PSPV y de Compromís, el plan de obras -principal programa anual de inversión de la Diputación- llegará a los 30 votos en el pleno. Hoy se reunirá César Sánchez con la portavoz de EU, Raquel Pérez, para intentar cuadrar el círculo. Más allá del pacto, esta negociación tiene un evidente valor político. Un giro de 180 grados en la posición del presidente de la Diputación que le permite retomar un cierto nivel de iniciativa institucional de cara a la recta final del mandato provincial, algo que le pedían desde diferentes sectores del Partido Popular.