Ximo Puig, presidente de la Generalitat y secretario general del PSPV, intenta ganarse a los socialistas de l'Alacantí: una comarca clave para el resultado electoral de 2019 pero en la que, en estos momentos, el jefe del Consell se siente tremendamente incómodo. El congreso comarcal de l'Alacantí que debe ratificar a Baltasar Ortiz como secretario general y elegir a la nueva ejecutiva, finalmente, se aplazará para garantizar que el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, puede estar presente en la cita. El interés del jefe del Consell y de la cúpula del PSPV en el cónclave alicantino es de tal magnitud que, incluso, se hará una dispensa para que es convocatoria se pueda organizar justo una semana más tarde -el sábado 10 de marzo en El Campello- fuera incluso de los plazos internos marcados para sustanciar los congresos comarcales que, en principio, finalizaban este fin de semana.
Así que el interés de Puig por participar en este acto interno en l'Alacantí parece máximo. No es habitual cambiar las fechas de un congreso para acomodarlo a agendas cuando ya, incluso, está fijado. Pero, sin embargo, en esta ocasión se acomodarán a la agenda del jefe del Consell que, por ejemplo, no cambió su actividad ni siquiera para acudir al último comité federal del PSOE en el que se aprobó el nuevo reglamento de organización promovido por Pedro Sánchez. No es, por tanto, una cuestión menor. El jefe del Consell sabe que Alicante es clave en 2019 como ya lo fue en las anteriores autonómicas cuando gracias a la diferencia que el PSPV le sacó a Compromís en la provincia, Puig logró sacar diferencia a Mónica Oltra y llegar al Palau.
Y la comarca de l'Alacantí es la agrupación territorial con mayor número de afiliados de toda la Comunidad Valenciana. Así que, desde luego, Ximo Puig busca tener de cara a una organización con una importante nómina de militantes. Ocurre, sin embargo, que l'Alacantí será clave para los comicios de 2019 -tiene impacto electoral y mediático en el resto de la provincia- a pesar de que, en estos momentos, el jefe del Consell se siente tremendamente preocupado por una organización comarcal con tres patatas calientes encima de la mesa. La alargada sombra de Ángel Franco, arrinconado en el congreso provincial, recolocado ahora en los comarcales con su victoria en l'Alacantí y la Vega Baja y decidido a mantener el control de la agrupación de Alicante. La situación del alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri, con una doble imputación a cuestas por su gestión municipal y que, como apuntó en una entrevista a este periódico, está decidido a optar de nuevo a la secretaría local del PSPV en Alicante y a resistir como primer edil hasta las elecciones. Y, finalmente, la realidad de una organización en la que el nuevo secretario general, impulsado por Franco, sólo ganó en Alicante y Sant Joan al tiempo que cayó derrotado en las otras siete poblaciones, con mayoría clara del «sanchismo».
Precisamente, el grueso de las agrupaciones socialistas de la comarca de l'Alacantí volverán a poner encima de la mesa una solución para la capital con el objetivo de limitar el poder de Ángel Franco: exigen de nuevo, como ya ocurrió en el congreso provincial, la división de Alicante en cinco agrupaciones de distrito que conforman una organización comarcal diferente a la del resto de l'Alacantí, como pasa en València. Tiene pocos visos de prosperar.
