Habrá presupuestos autonómicos para 2018. El conseller de Hacienda, Vicent Soler, y su equipo llevarán a hoy a las Cortes el documento con las cuentas para el próximo año a fin de que arranque la tramitación parlamentaria. Pero lo harán bajo la presión de Podemos. Los morados están dispuestos a apretar las tuercas, incluso, en el trámite de enmiendas que se alargará durante los próximos dos meses para ganar visibilidad toda vez que siguen instalados en tierra de nadie: ni son gobierno ni tampoco son percibidos como oposición. Son las primeras cuentas del Consell del Botànic, de todas maneras, que llegan al hemiciclo sin el aval completo y total de uno de los tres socios. Señal inequívoca de que se acerca la recta final de la legislatura. Al cierre de la edición continuaban los contactos para perfilar unas cuentas que tendrán un componente social mucho más marcado que en ejercicios anteriores.

Llegar a la fecha tope -último día de octubre- sin enviar los presupuestos a las Cortes hubiera supuesto una auténtica catástrofe para el Consell del Botànic. Una prórroga de las cuentas hubiera certificado, sin duda, una crisis política de primera magnitud entre el PSPV y Compromís -los dos socios que forman el gobierno- y Podemos, el colaborador parlamentario. Una fractura que ya quedó evidenciada durante el último Debate de Política General cuando los morados pusieron por sorpresa encima de la mesa la petición para aprobar la tasa turística, que en principio y como adelantó este periódico no figura en las cuentas. Visualizar esa fractura con un gobierno sin presupuestos hubiera supuesto evidenciar una crisis que, obviamente, se agravará a medida que se camine hacia el final del mandato y de paso entregar cartuchos al PP y Cs.

Así las cosas, el conseller de Hacienda presentará los presupuestos pasado el mediodía y acudirá al Palau dels Borja para entregarlos al presidente de las Cortes, Enric Morera. Fuentes de la conselleria apuntaron que se han aceptado todas las peticiones del nuevo líder morado, el alicantino Antonio Estañ, en materia social. Desde Podemos se quejan, por contra, de que las cuantías presupuestarias son inferiores a las solicitadas. Es previsible que Podemos mantenga toda la presión durante el trámite para visualizar que sus votos son decisivos y que trate de forzar la máquina con las enmiendas. «Vamos a apurar todos los plazos», detalló Antonio Estañ.

El líder autonómico de Podemos remarcó que estos presupuestos de 2018 «seguramente son los más importantes que quedan» -son los últimos que contendrán proyectos con tiempo para ejecutar- con aspectos como vivienda, sanidad, la tasa turística o una oficina de políticas contra el cambio climático «que se encuentran sin definir». «Vamos a seguir tratando de llegar acuerdos hasta el último minuto para que salgan adelante y lo hagan suponiendo un cambio y un avance en nuestro modelo social», explicó el dirigente morado obligado a sacar tajada de esta negociación.