¿Se puede ser portavoz del grupo socialista en la Diputación de Alicante, alcalde de un municipio como Xàbia y estar a pleno rendimiento en las dos cosas?

Supone un esfuerzo importante, pero estar en la Diputación es una responsabilidad que el partido me dio y que asumí con gusto. El resultado es interesante porque la dinámica municipal es intensa y una localidad como Xàbia requiere de mucha dedicación, pero se puede compaginar y estar como mínimo dos días en Alicante por semana y el resto en el Ayuntamiento, excepto en los momentos en los que hay más actividad en un sitio o en el otro. Pero sí se puede compaginar porque tengo un buen equipo en la Diputación y también tengo un buen equipo en Xàbia.

¿Qué le parece que el presidente de la Diputación, César Sánchez

Demuestra nula voluntad de solucionar cuestiones, algunas de ellas propuestas por la propia Diputación. Si hablamos del traspaso de competencias o de solucionar problemas con los decretos de coordinación turística, vemos una nula voluntad de diálogo. Al final hay una palabra clave entre administraciones que tiene que ser la colaboración, y no se está produciendo y no creo que sea por intención de la Generalitat. Cualquier excusa de César Sánchez ha sido buena para no reunirse con Oltra.

¿Cómo percibe el grupo socialista la guerra de vicepresidentes que hay en el grupo del PP?

Más que una guerra, lo que percibimos son grandes diferencias a la hora de abordar muchas cuestiones del ámbito de cada vicepresidente. Vemos que hay áreas donde se tiene una voluntad de diálogo y de llegar a un consenso con la oposición y otras donde la dinámica es de gobierno puro, duro y de rodillo y que nos deja poco margen.

¿Cree que entre los vicepresidentes hay algunos que buscan alentar la guerra política?

Sí. Vemos claramente al portavoz, Carlos Castillo, en una línea más de confrontación que el resto, especialmente con el gobierno de la Generalitat, y luego vemos a otros diputados que están en el día a día de esta Diputación.

¿Aspira usted a algún cargo orgánico en su partido?

La verdad es que no. Llevo ya bastantes años en el partido y lo que realmente me llena es ser alcalde de mi municipio. Si el partido considera que puedo ser necesario para realizar alguna otra función habría que hablarlo y valorar si puedo hacerla o no, porque creo que hay que ser honestos con el partido y con uno mismo y asumir los cargos con responsabilidad y siempre teniendo en cuenta que mi prioridad máxima es mi pueblo.

¿En qué situación cree que ha quedado el PSOE tras la división de los últimos meses?

En una situación difícil y muy dura. Pero soy de los que opina que cuando te encuentras con un obstáculo en el camino hay que afrontarlo con seguridad y pasar la piedra. Ahora nos encontramos en un momento difícil porque vemos que hay dos posturas, es algo obvio, y hay que hacer esfuerzos para buscar una salida y poder devolver la ilusión a la gente que ha dejado de confiar en el partido. Nos tenemos que mirar menos, determinar claramente lo que está pasando en la calle y emprender políticas que lleguen a los ciudadanos. A partir de ahí, como PSPV tenemos que ser más PSPV que nunca, afianzar, respaldar y ayudar en la medida de nuestras posibilidades al presidente Ximo Puig, que está haciendo un trabajo muy importante en un momento complicado. El nuevo gobierno ha heredado mucho lastre tras 20 años de gobierno del Partido Popular y está implantando medidas de calado social en un contexto en el que nadie daba duro por ellos. Tanto Puig como Mónica Oltra están dando ejemplo de esa colaboración de la que hablaba antes y los ciudadanos lo notan, por ejemplo con Xarxa Llibres. Y también lo notamos los ayuntamientos. El ejemplo más claro es el Fondo de Cooperación Municipal.

Antes de entrar en el Fondo de Cooperación. ¿Cree que hay alternativa a Ximo Puig en la Comunidad Valenciana?

No creo que sea el momento de hablar de eso, pero si me pregunta personalmente no creo que haya ninguna duda sobre el liderazgo de Ximo Puig a nivel institucional y a nivel orgánico tampoco.

¿Achaca la negativa de la Diputación a sumarse al Fondo de Cooperación a una pura cuestión política? ¿Realmente no cree en la falta de margen de maniobra presupuestaria cuando hay que cumplir una regla del gasto?

Es una cuestión política. Rotundamente. El fondo se planteó ya en el mes de septiembre. Si la Diputación tuviera la intención de implementarlo y de enviar esos 13,7 millones a los ayuntamientos para que decidan en qué quieren gastar ese dinero no hubiera puesto trabas ni pegas desde un principio. Los presupuestos podrían haber nacido ya con ese fondo integrado y aquellas obras nominativas haberlas implementado después con cargo al remanente de tesorería. No ha habido ninguna propuesta ni búsqueda de vías alternativas. De hecho, los presupuestos de la Diputación de Castellón, donde también gobierna el PP, no llevan el fondo de cooperación tal cual venía en la propuesta de la Generalitat Valenciana (por ejemplo los de la Diputación de Valencia sí la recogen tal cual), pero se buscó una alternativa para completarlo. Aquí, si hubiera habido voluntad, se hubieran buscado alternativas políticas. Seguramente habría que haber sacrificado las ayudas nominativas a los pueblos y algunas partidas más que luego ya se hubieran podido solucionar y en ese sentido fueron nuestras propuestas.

¿Cree que tienen que desaparecer las ayudas «a dedo» que reparte la Diputación?

Tendría sentido que desaparecieran si tuviéramos ese fondo de cooperación. Y si tuviese que haberlas que se destinen a urgencias como a la recuperación de la Granadella o a las consecuencias por el temporal en la Vega Baja.

¿Achaca el recorte de 50.000 euros a la recuperación de la Granadella a una represalia del PP por aumentar sus exigencias ante el Fondo de Cooperación y no alcanzar un acuerdo?

Sí. Y la he sufrido en la Granadella como alcalde de Xàbia y también Alcoy con el parque tecnológico cultural, al que le recortan 60.000 euros de la ayuda nominativa, también con un alcalde socialista y diputado provincial.

¿Cree que Compromís le está comiendo espacio como oposición en la Diputación?

Compromís está haciendo un buen trabajo en la oposición y lo hace de una manera diferente a la nuestra, pero no creo que estemos compitiendo por un espacio en la oposición. Somos complementarios, aunque es cierto que la oposición de Compromís es más llamativa y visible. Admito que mi talante personal también es acorde con la forma que tenemos de trabajar.