La comisión de investigación de la gestión del PP en la Diputación creada el miércoles de la semana está a la espera de arrancar y todavía no hay fecha para ello. Y es que el presidente de la institución provincial, César Sánchez, aún no ha validado la conformación de la comisión y no ha emitido el decreto que delega en Raquel Pérez, diputada de EU, la presidencia de este órgano fiscalizador. ¿Por qué? Porque quiere que sea un diputado suyo, concretamente Eduardo Dolón, quien presida la comisión, poniendo al frente de la misma a una persona del partido que, precisamente, va a ser objeto de investigación. Y es que el PP no reconoce la votación de la constitución de la comisión en la que resultó finalmente elegida la representante de EU, Raquel Pérez.
La diputada de izquierdas salió por voto simple, pero el PP elevó consulta a los servicios jurídicos para que dirimiesen si el resultado es válido, al sostener que el voto para la elección de la presidencia así como para el resto de decisiones de la comisión tiene que ser ponderado, lo cual le favorece. El portavoz del PP, Carlos Castillo, señaló ayer que «tales planteamientos fueron manifestados con rotunda claridad por la secretaria general de la Diputación y los servicios jurídicos presentes en la sesión constitutiva de la comisión». Según sostiene Castillo, la constitución de la comisión de investigación está regida conforme a la normativa, concretamente los artículos 124 y 125 del Reglamento de Organización, Funcionamiento y Régimen Jurídico de las Entidades Locales.
Desde Compromís, por contra, aseguran que desde los servicios jurídicos se les dejó claro todo lo contrario y que el voto no puede ser ponderado al no estar recogido en la propuesta para crear la comisión que se llevó a pleno. Así las cosas, para que pueda regir el voto ponderado al PP solo le quedan dos opciones, según explica Compromís: o devolver la propuesta al pleno o que César Sánchez como presidente nato de todas las comisiones no delegue en Raquel Pérez y emita un decreto imponiendo a Eduardo Dolón.
Mientras tanto, unos por otros, la casa sin barrer. Y la comisión no ha podido arrancar. Mientras Pérez no sea reconocida por el presidente, solo éste tiene potestad para su convocatoria, según explicaron desde Compromís. No obstante, PSOE, Compromís y EU, que tenían previsto registrar la convocatoria de la comisión el martes haciendo uso de la mayoría que les permite la Ley -y que finalmente no han presentado, al no constar el registro en la Diputación-, han perdido la oportunidad de acogerse a este mecanismo legal para reivindicar la efectividad de la mesa y del resultado de la votación de la semana pasada que estos tres grupos sí reconocen como válido, frente al criterio del PP.
Raquel Pérez, que resultó elegida presidenta de la mesa de la comisión, sostuvo ayer que el PP no ha validado la votación una semana después por su empeño de que siga siendo un diputado popular quien presida un órgano que va a investigar si hubo iregularides precisamente en ese partido durante la gestión de los expresidentes Joaquín Ripoll y Luisa Pastor. «Quieren controlar la comisión», sostuvo Raquel Pérez.
