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La Diputación y la Generalitat rebajan sus diferencias en el arranque del curso político

César Sánchez y Ximo Puig coinciden en actos con una relación de tono cordial

La Diputación y la Generalitat rebajan sus diferencias en el arranque del curso político

La relación entre la Diputación de Alicante y la Generalitat se había convertido en uno de los principales focos de tensión del arranque de este mandato municipal y autonómico. Ahora, sin embargo, con tres años todavía por delante, el tono entre las instituciones que dirigen César Sánchez y Ximo Puig se ha reducido a la espera de un gesto que debe traducirse en una reunión de ambos dirigentes con la gestión del turismo como principal escollo. La conversación entre el titular de la Diputación y el jefe del Consell -marcada hasta ahora por picos de alta tensión y discursos de grueso calibre- se ha reconvertido, incluso, a un tono de cierta cordialidad en las últimas veces que sus agendas han coincidido, como ocurrió el pasado miércoles durante una visita a Aspe.

En las últimas semanas, lo cierto es que los contactos entre la Diputación y el Consell son positivos. De hecho, desde las dos instituciones se han empezado a desbloquear iniciativas conjuntas como el plan de empleo e, incluso, un paquete de fondos dedicado a generar ayudas al fomento para sectores productivos y económicos. Todo eso no sólo ha reducido la tensión sino que, además, ha abierto la puerta a generar, al menos, una colaboración mínima y que sea productiva. Desde las dos instituciones, de hecho, muestran su disposición a que se produzca esa reunión que César Sánchez viene reclamando desde hace meses. Ximo Puig no pondrá pegas. Así que parece bastante probable que ese encuentro se pueda acabar produciendo en un plazo, más o menos, razonable.

El presidente de la Diputación, César Sánchez, abrió por completo la puerta al contacto con el Consell. «Las instituciones y sus representantes tienen la responsabilidad de no perder nunca la senda del diálogo. Vemos que instalarse en el no y cerrar vías de comunicación solo produce parálisis y desasosiego en la población. Siempre defenderé una actitud leal y dialogante con todas las instituciones. Y así ha sido desde el primer minuto que llegue a la Diputación», señaló el titular de la institución provincial que, además, recordó su buena relación, en este sentido, con la mayoría de primeros ediles de la provincia. «He recibido a alcaldes de todo signo político e impulsado proyectos en todos sus municipios, sin distinción. Porque la defensa del bienestar de los alicantinos está por encima de cualquier interés de corte partidista», detalló.

Y para ello, la receta que quiere aplicar César Sánchez está clara. «Ese clima de diálogo permanente quiero que impere en mi relación con Puig porque estoy convencido de que de ese modo podremos seguir sacando adelante iniciativas de progreso para esta provincia como la zona franca, la defensa de los trasvases, el tren de la costa, o el corredor mediterráneo por citar algunas iniciativas», dijo. «Y por eso diálogo no casa con imposición ni autonomía con centralismo. Esperamos que se abra un proceso de reflexión sobre la necesidad de unos decretos turísticos y de deportes que no encajan con esta filosofía ni con los nuevos tiempos políticos», concluyó.

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