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La «patata caliente» de Gerardo Camps

La dirección provincial del PP abordará con Génova el futuro del exconseller de Hacienda

El futuro de Gerardo Camps y su continuidad en la candidatura al Congreso por Alicante se ha convertido en una «patata caliente» para el PP. Un problema que afecta al mensaje de la campaña de los populares en la provincia y que pone encima de la mesa un elemento que tensa en estos momentos el cierre de unas listas para el 26-J cuya elaboración, en principio, estaba marcada por la tranquilidad y la calma en tanto que la intención de Génova era calcar las candidaturas que ya se presentaron en los fallidos comicios del pasado 20 de diciembre. En estos momentos y a la espera de que la próxima semana se abran los plazos de presentación de las listas electorales de todas las formaciones, la intención de la dirección provincial del PP -responsable de elevar a Madrid esa propuesta con la candidatura- es, como mínimo, abrir consultas con Génova antes de trasladar la lista para su validación.

El escenario para Gerardo Camps se ha puesto muy feo en los últimos días. Hasta el punto, como se recordará, de que el exconseller de Hacienda con Francisco Camps tuvo que salir al contraataque en la Junta Directiva Regional que el PP celebró el pasado lunes para desvincularse por completo de cualquier ilegalidad durante su gestión en Hacienda y, de paso, pedir apoyo para volver a colocarse en las listas. Desde los comicios de diciembre, al exconseller -ocupando cargos públicos de forma ininterrumpida desde hace más de dos décadas en diferentes administraciones- le han estallado dos bombas: su aparición en la investigación de la «Operación Taula», un sumario en el que de todas maneras, hasta ahora, no ha llegado a ser imputado; y, sobre todo, las revelaciones sobre los cerca de 600.000 euros de facturas en restaurantes que Gerardo Camps habría autorizado entre 2007 y 2011, su última etapa en el Consell pero también los peores años de la crisis económica. Este último asunto ha tenido un impacto que ha puesto al exconseller contra las cuerdas. La Generalitat ha anunciado que llevará el asunto a la Fiscalía. El hasta ahora parlamentario del PP por Alicante responderá con querellas contra un diputado socialista que reveló las facturas y contra la líder de Compromís y vicepresidenta de la Generalitat, Mónica Oltra, que anunció su intención de llevar el asunto a la Fiscalía y que destapó que Gerardo Camps autorizó nada menos que 122 comidas en un sólo año en un lujoso y exclusivo restaurante de Valencia.

La intención de la dirección provincial del PP, explicaron fuentes conocedoras de los movimientos que se van a suceder a partir del lunes, es abordar con Génova ese escenario y explorar en esas conversaciones la posibilidad de relevar a Gerardo Camps. Cuenta a favor con el argumento de que mantener al exconseller en las candidaturas sería darle munición a la izquierda y, de paso, poner en un brete durante toda la campaña a José Manuel García Margallo, ministro de Asuntos Exteriores y virtual número uno de los populares al Congreso por Alicante. En contra, sin embargo, pesa la razón de que Mariano Rajoy no quiere abrir el melón de los cambios porque, apuntan estas mismas fuentes, sería tanto como dejar la puerta abierta para facilitar movimientos en otras circunscripciones con problemas. En Valencia, sin ir más lejos, también la cúpula regional del PP quiere depurar de la candidatura al veterano Ignacio Gil-Lazaro. El hasta ahora diputado alicantino, apuntaron fuentes próximas, está convencido de que cuenta con el placet de Génova para seguir.

Así que, con todo eso encima de la mesa, de las consultas entre la dirección provincial del PP y Madrid saldrá una propuesta que será la que, finalmente, se eleve. Entre los notables populares de la provincia y también de la Comunidad existe un cierto consenso sobre la inconveniencia de mantener a Gerardo Camps en la lista. Van más allá: creen que afectaría notablemente a los mensajes de una campaña en la que el PP aspira a recuperar parte del voto que se quedó en la abstención y parte del electorado que se «fugó» a Ciudadanos como consecuencia de la factura de las investigaciones por corrupción que afectan a los populares valencianos. Así que el relevo de Gerardo Camps estará encima de la mesa pero, al final, como reconocen desde el PP de Alicante, cuyo Junta Directiva se reúne hoy, será Madrid la que tome la decisión.

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