Objetivo: que el inhabilitado Juan Seva y Marta García-Romeu no tomen el mando del PP de la ciudad de Alicante. Dirigentes populares, empujados por militantes y simpatizantes del partido en la capital, trabajan en la actualidad en alternativas -entre ellas, formar una gestora- para evitar que los exconcejales Juan Seva y Marta García-Romeu, que fueron excluidos de la candidatura municipal del PP en las pasadas elecciones de mayo, pasen a ejercer como presidente local y secretaria general, respectivamente, tras la reestructuración de la directiva prevista para finales de este mes.
Este traspaso de poderes formaría parte de la «normalidad» dentro de la formación popular, que apostó hace un tiempo por una rotación al frente del PP local entre los dirigentes de las cinco juntas de distrito, ordenadas en función del número de militantes. A día de hoy, a la espera del cambio previsto para dentro de tres semanas, el máximo dirigente del PP en la ciudad es Ginés Lifante, presidente de la zona 3, asesor en la Diputación de Alicante y marido de Asunción Sánchez Zaplana, que a su vez es portavoz municipal y ha sido elegida senadora el 20-D. El «número dos» en el PP alicantino es Juan Seva, presidente aún de la Junta de Distrito 2.
Sin embargo, fuentes populares admiten que, tras promover la «regeneración interna» en los últimos meses, el PP no puede dejar el futuro del partido en la capital en manos de un exconcejal recientemente inhabilitado para administrar bienes ajenos por su gestión en el Lucentum. Y tampoco ven como buenos ojos que García-Romeu, amiga íntima de Sonia Castedo durante los últimos años de Alcaldía del PP, se sitúe como secretaria general, a la espera de pasar al primer puesto del escalafón en apenas medio año, tiempo determinado para cada presidencia rotativa en la ciudad.
Entre las soluciones que están encima de la mesa del PP destaca la formación de una gestora en Alicante, una fórmula que se pondría en marcha con el único objetivo de que Seva y García-Romeu no pasaran a ser los encargados de mover los hilos de un partido que vive entre el desánimo tras la pérdida de poder y la esperanza por la regeneración interna promovida tras el batacazo de las municipales y autonómicas. La última palabra sobre el porvenir de los populares en Alicante corresponde a la PP regional, dirigida por Isabel Bonig, que tomará una decisión en función de la propuesta que eleve la dirección provincial.
Tras salir del Ayuntamiento a finales de mayo, tanto Seva como García-Romeu -que ocupó un puesto sin apenas opción de salida en la lista autonómica- han desaparecido de la primera línea del partido en Alicante. Ni están ni se les espera, admiten fuentes populares. Las bases, subrayan desde el partido, rechazan al frente del PP a un exconcejal inhabilitado y a una exconcejala presente en la controvertida «fiesta del pijama» de Andorra en la Nochevieja de 2008 en la que participó Castedo y el empresario Enrique Ortiz.
