Ciudadanos, erigido en uno de los garantes de una nueva etapa de «apertura» democrática que tiene como exponente el final del bipartidismo, reeligió ayer «de tapadillo», sin convocar a nadie y casi de forma clandestina a Emigdio Tormo como coordinador provincial en un proceso que ha destapado la crisis que vive una formación que, de momento, se ha caracterizado por procesos internos controlados en los que la participación de los afiliados ha brillado por su ausencia. Estaba «cantado» desde hace semanas que Tormo era el señalado con el dedo para volver a ocupar ese puesto. Tenía el respaldo del coordinador territorial, Emilio Argüeso, y el control total del reducido cuerpo electoral -un sanedrín de ocho personas- que tenía en sus manos la decisión. Hasta ahora había tensa calma. Pero, en esta ocasión, los críticos han saltada. Creen que falta democracia interna en la formación y se quejan de que el proceso para ratificar a Tormo ha sido un «pucherazo» a lo que la que cúpula, por contra, replica que se cumplen a rajatabla los estatutos.
La elección de Emigdio Tormo, antiguo colaborador de Joaquín Ripoll en la Diputación durante su etapa en el PP, se sustanció durante un encuentro en la sede de Ciudadanos en Elche en el que participaron cinco coordinadores comarcales, uno de ellos -la diputada Mari Carmen Sánchez- elegido en la comarca de l'Alacantí sin ni siquiera constituir la agrupación de Alicante, la más importante y que cuenta nada menos que con media docena de concejales; Luis Crisol, premiado recientemente con un sillón en el Senado; y dos miembros a elección del propio Crisol en su calidad de subdelegado provincial, uno de ellos el propio Tormo. Ni hubo convocatoria pública de la reunión ni tampoco comunicado haciendo pública la reelección.
Los críticos aseguran que el proceso interno para garantizar a Tormo el control de la organización se ha realizado a espaldas de los militantes -cargos públicos de Ciudadanos se enteraron de que anoche se realizaba esa elección por los periodistas- y destacan como emblema de la crisis de la formación el descontrol que se vive en la agrupación de la capital de la provincia. De hecho, en estos momentos, la organización de Ciudadanos en Alicante ni siquiera se ha constituído. No tiene ni dirección ni tampoco gestora. Los grupos críticos vinculan la decisión al intento de la cúpula regional de controlar el partido en la ciudad y promover el relevo de José Luis Cifuentes como portavoz en el Ayuntamiento de Alicante. La cúpula regional, apuntaron fuentes de Ciudadanos, prevé que la gestora se nombre en una semana. Entre los descontentos con la situación se encuentra, por ejemplo, el diputado provincial Fernando Sepulcre.
Desde la dirección de la formación, sin embargo, apuntan que la elección de Emigdio Tormo cumple de forma escrupulosa con la normativa interna de la organización. «Los coordinadores locales eligen a los comarcales y estos, a su vez, al responsable provincial», apuntaron estas fuentes que restaron importancia a su vez al ruido de sables dentro de Ciudadanos a las puertas, además, de unas elecciones generales en las que todos los sondeos auguran a la «marca» de Albert Rivera un resultado muy importante en las urnas de la provincia. Los críticos, por su parte, reprochan al «aparato» que en una elección abierta, la victoria de Emigdio Tormo estaría en cuestión. La pugna llevaba larvada desde hace semanas con unas discrepancias que se extienden a toda la Comunidad Valenciana.
Al término de la reunión, el reelegido responsable de Ciudadanos explicó que su candidatura había sido avalada por «unanimidad» y, a su vez, por consenso se había ratificado también un comité ejecutivo formado por Juan Ignacio López-Bas, como secretario/tesorero; Rosa García en Comunicación; David Caballero en Política Municipal; Mari Carmen Sánchez en Ciudadanía; César Martínez como responsable de Asociaciaciones; y Domingo Guillén de Acción Local. «Nuestro objetivo es completar el mapa provincial. Tenemos 56 agrupaciones y hay que llegar a los 141 municipios con toda nuestra labor, además, centrada a partir de ahora en las generales», zanjó Tormo.
