Marcha atrás del presidente Ximo Puig. Si durante la precampaña y la posterior campaña electoral, el entonces candidato del PSPV a la Generalitat, Ximo Puig, aseguró en repetidas ocasiones que retiraría los fondos y las competencias a las diputaciones provinciales haciendo valer una ley del expresidente autonómico Joan Lerma, ayer la promesa se quedó en nada, al dar un giro de 180 grados la postura del ahora jefe del Consell. Puig, que se reunió ayer con los presidentes de las instituciones provinciales de Alicante, César Sánchez; Valencia, Jorge Rodríguez; y Castellón, Javier Moliner, negó que vaya a quitar peso político y económico a las tres diputaciones de la Comunidad. «Vamos a impulsar de forma conjunta la Ley de Coordinación de las Diputaciones, que no trata de quitar competencias a las corporaciones provinciales sino de generar espacios comunes para resolver los problemas de los ciudadanos y superar así la compartimentación en las instituciones», señaló Puig al término del encuentro a cuatro bandas, además de defender la voluntad de la Generalitat Valenciana frente a las instituciones provinciales: «Estamos abriendo una nueva etapa que ha de profundizar en mejorar lo que se ha hecho bien y cambiar aquello en lo que se puede avanzar en la dirección correcta». Cuestionado por si van a pedir apoyo económico a las diputaciones, Puig también subrayó que la idea es «hacer políticas compartidas que tengan como prioridad el gasto y no vaciar la caja de las instituciones provinciales».

Por otro lado, Puig anunció ayer que la Generalitat, junto a las tres diputaciones, colaborarán para impulsar una Agencia Tributaria Valenciana. Además, el jefe del Consell incidió en que había pedido a las corporaciones provinciales su «apoyo en ese proyecto común que es la Generalitat y en lo que tiene que ver su financiación», ya que «mejorarla repercutirá en los ciudadanos».