El Gobierno valenciano en funciones aseguró ayer que deja una situación de «estabilidad financiera, seguridad y normalidad» al futuro Consell, que contará «con todos los recursos necesarios para implementar las políticas públicas oportunas», según señaló ayer el conseller de Hacienda, Juan Carlos Moragues, al término del pleno del Consell, cuando presentó un informe sobre la situación financiera de la Generalitat Valenciana, en lo que respecta a deuda, tesorería, recaudación tributaria y ejecución presupuestaria a fecha de hoy, tras las elecciones del 24-M y a apenas unos días de la constitución de las Cortes. Obvió la deuda de 37.500 millones, una de las más altas de todo el Estado.

Moragues insistió en que el próximo Gobierno «no se tendrá que preocupar» por la situación financiera, porque el Ejecutivo actual ha «hecho los deberes» y deja una situación «de comodidad», en la que no hay que refinanciar ningún vencimiento y «no se ha tocado la tesorería» del segundo semestre. Además, explicó que la deuda total de la Generalitat, a final de marzo, era de 37.500 millones de euros, si bien el 68% corresponde al Estado, que la financia a interés del cero.

Según explicó el conseller, si el año pasado la Generalitat abonó 1.229 millones en concepto de intereses, este ejercicio se prevén abonar unos 575, y 272 en 2016. Asimismo, explicó que la deuda con proveedores está cubierta con el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA), «que también da cobertura al déficit no financiado en años anteriores». Por otro lado, Moragues negó que el ejecutivo en funciones haya pedido al Estado ningún anticipo correspondiente al segundo semestre, por lo que «quedan intactos los 616 millones de euros que reciben mensualmente la Generalitat del Estado y el Gobierno que entre tendrá total disponibilidad de tesorería». Además, afirmó que «el próximo presidente podrá disfrutar de unas liquidaciones de los impuestos del IRPF e IVA muy importantes», ya que, según añadió, la recaudación fue muy superior a lo previsto en 2014 y también lo será este año. La liquidación de 2013, que se hará efectiva el próximo mes de julio, supondrá un ingreso de 588 millones de euros, el mayor de todas las autonomías.

Sin embargo, la totalidad de estos fondos no estarán disponibles para el nuevo ejecutivo, dado que el actual ha pedido un anticipo por importe de 500 millones (un 85%), un porcentaje inferior al de años anteriores, en los que en el primer semestre ya se había reclamado la totalidad de esta liquidación. «Los gastos de enero a abril crecieron en 67 millones de euros en comparación con el año pasado, cantidad que obedece básicamente a la paga extra de los funcionarios de diciembre de 2012, que se hizo efectivo en enero de este año, la recuperación de la carrera profesional, sexenios, deuda con comedores escolares, discapacidad y dependencia», continuó el conseller Moragues. Sin embargo, los ingresos crecieron en 65 millones de euros en este mismo periodo, con lo que «se equipara el primer cuatrimestre de 2015 con el de 2014». Sobre el cambio del sistema de financiación en la Comunidad Valenciana, Moragues aseguró ayer que tenían «muy avanzado» y consideró que «hay que procurar que los políticos que tengan responsabilidad estén a la altura y piensen en la sociedad valenciana por encima de intereses partidistas».