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La marcha de Cotino de las Cortes torpedea el último 9 d'Octubre de Fabra antes de las elecciones

La segunda autoridad de la Comunidad explicará los motivos de su dimisión en el comité ejecutivo regional que el PP celebra mañana en vísperas del día de la Comunidad La renuncia se formalizaría a principios de la próxima semana

La marcha de Cotino de las Cortes torpedea el último 9 d'Octubre de Fabra antes de las elecciones

En vísperas del último 9 d'Octubre antes de las decisivas elecciones en las que el PP se juega su continuidad en el Consell y el control de decenas de municipios, el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, se encontró con otra bomba de relojería: la confirmación de la dimisión en los próximos días de Juan Cotino como presidente de las Cortes. Una crisis institucional y política de primera magnitud. No sólo porque Cotino sea, en estos momentos, la segunda autoridad de la Comunidad. También por su condición de figura clave en todos los movimientos del PP y del Consell durante las dos últimas décadas a través del influyente sector cristiano. La marcha de Cotino -con su nombre presente en los últimos meses en conversaciones de Brugal, en informes de Gürtel vinculados a la visita del Papa a Valencia y en la polémica sobre el accidente de metro de 2006- marca, de esta manera, la agenda política del día de la Comunidad y pone a Alberto Fabra en otra tesitura muy complicada.

Cuando Juan Cotino tuvo que salir este verano al paso de las escuchas de Brugal en las que el empresario Enrique Ortiz le cita como una de las personas a las que, durante su etapa en el Consell y a través de su sobrino, apelaba para desbloquear proyectos que le interesaban, Cotino ya deslizó que su marcha estaba próxima. El veterano dirigente del PP sugirió que pronto cumpliría los 65 años lo que adelantaba su salida del hemiciclo autonómico en el momento en el que llegara a la edad de jubilación, lo que ocurrirá el 25 de enero. Hace un tiempo, además, Cotino dejó la dedicación exclusiva en las Cortes alegando su intención de dedicarse a la agricultura y cultivar caquis. En los últimos días se habían extendido en los corrillos del PP los comentarios sobre una marcha inminente de Cotino. Pese a todo, la confirmación de la renuncia cogió ayer con el pie cambiado a buena parte de la cúpula popular.

La dimisión del hasta ahora presidente de las Cortes será una renuncia «en diferido» y con varios episodios. En principio, como confirmaron fuentes populares, la intención de Juan Cotino es tomar la palabra en la reunión que la dirección popular tiene marcada para mañana, en vísperas del 9 d'Octubre, para explicar los motivos de su marcha a modo de una especie de despedida del máximo órgano del PP. Cumplirá con sus obligaciones institucionales durante el día de la Comunidad y, posteriormente, en los actos del 12 de octubre, fiesta de la Hispanidad que se celebra el próximo domingo. A partir del lunes día 13, como detallaron estas mismas fuentes, Cotino formalizaría su renuncia teniendo en cuenta que el miércoles de esa semana está convocado el pleno de las Cortes y que, por tanto, se podría sustanciar su relevo en el hemiciclo.

El proceso de dimisión del presidente de las Cortes culminaría, por tanto, en el compás de espera que va, por un lado, entre el debate de Política General y el 9 d'Octubre y, por otro, en la tramitación del presupuesto del Consell para 2015, que se tiene que iniciar antes de que finalice el mes de octubre con el envío de las cuentas al parlamento para su debate y aprobación. Pero más allá del calendario institucional, la decisión de Cotino le abre otro frente político en el PP a Fabra, con el que el presidente de las Cortes, impulsor político de Francisco Camps, mantenía una relación distante. Y, además, en el trasfondo está todavía su situación judicial en la operación Brugal, donde aparece de forma más tangencial. Pero, sobre todo, en el sumario de la visita del Papa a Valencia, una de las piezas de Gürtel en la que la Policía sitúa a Cotino, hombre de fuertes convicciones religiosas, como una de las piezas centrales de la organización.

Ese documento de la Unidad Central de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF), incorporado hace unos meses al sumario que instruye el magistrado José Francisco Ceres y que es uno de los más retrasados de la investigación de Gürtel, colocaba a Cotino como el «elemento nuclear» en el viaje del Papa Benedicto XVI a Valencia, celebrada en 2006 en el marco del V Encuentro Mundial de las Familias. Considera que era el «responsable último» en la toma de decisiones de un evento en el que, de acuerdo con las pesquisas policiales, se habrían repartido supuestamente miles de euros en comisiones «inflando» la retransmisión televisiva de RTVV. La oposición, que lo vincula también con el supuesto trato de favor a empresas de su familia para conceder residencias de la tercera edad o con los intentos de «tapar» el accidente de metro, lleva meses reclamando su dimisión por considerar que es el «denominador común» de las tramas de corrupción en la Comunidad. Ahora Cotino se marcha pero pendiente de lo que pueda ocurrir en los tribunales.

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