Ximo Puig, secretario de los socialistas valencianos y candidato a la Generalitat, asumirá en primera persona la máxima representación del PSPV en la nueva cúpula de Ferraz. Con un doble objetivo: dar «visibilidad» al socialismo valenciano en Madrid y tratar de impulsar su aspiración de llegar al Consell en 2015.
Las negociaciones previas al congreso extraordinario del PSOE que arranca hoy en Madrid para encumbrar a Pedro Sánchez como nuevo líder han desbrozado, en gran medida, las principales incógnitas de la futura ejecutiva federal. Dentro de esa estrategia de sacar la lucha por los sillones de la cúpula del primer plano del cónclave para convertirlo en un escenario de aplausos y ofrecer imagen de unidad, el citado Pedro Sánchez ya ha repartido los puestos de la sala de mando en la que el PSPV, como pedían desde Blanqueries, tendrá un puesto de relevancia del que, finalmente, se hará cargo el propio Puig.
Será, en principio y aunque al cierre de la edición el líder de los socialistas valencianos tenía aún pendiente una última reunión con Pedro Sánchez, la secretaría de Regeneración Institucional, junto a Organización y Política Municipal, entre las más importantes del núcleo de poder de Ferraz. Ximo Puig, con experiencia en esa área que ya ocupó en el PSPV con Joan Ignasi Pla como secretario general, tendría participación en todas las relaciones internas y externas del PSOE y un papel importante en el proceso de reforma federal que pretende impulsar la nueva ejecutiva. Las tareas concretas que tendrá el líder del PSPV por delante, en todo caso, aún estaban por definir. Fuentes próximas a Puig se mostraron satisfechas por el rol del PSPV y apuntaron que, con este encaje, se cumplía el objetivo de los socialistas valencianos, una de las federaciones con más militantes y en la que Pedro Sánchez se impuso también a Eduardo Madina.
El líder de los socialistas valencianos, que además ejercerá como vicepresidente de un congreso que dirigirá la andaluza Susana Díaz, apuntó precisamente, durante una entrevista radiofónica, que el PSPV debe «tener visibilidad» en Madrid para que los valencianos «tengan presencia en España» después de «demasiado tiempo alejados de los grandes centros de decisión».
Confirmó, efectivamente, que su gran objetivo son las elecciones autonómicas que se celebrarán dentro de diez meses para, dijo, acabar con una situación que hunde a la Comunidad a 14 puntos de la renta per capita media de España con discriminación en el reparto de los fondos de Madrid, «corrupción y despilfarro» y una «hipoteca enorme de imagen». La presencia de Ximo Puig y, con total probabilidad, de otros barones territoriales en la ejecutiva que saldrá elegida del congreso que se iniciará hoy en Madrid rompe con la tradición de que los dirigentes de las federaciones se quedaban al margen de los despachos de la calle Ferraz. Pedro Sánchez, sin embargo, quiere a los primeros espadas en los puestos clave a sabiendas de que se avecina una etapa tremendamente complicada para los socialistas.
La cuota del PSPV en la nueva ejecutiva federal se completaría, en principio, con un segundo nombre. La mayoría de las papeletas las tiene compradas la diputada Carmen Montón, que podría asumir la secretaría de Igualdad, un área por la que ahora pasan la mayoría de las grandes decisiones. Los socialistas valencianos, por tanto, se quedarían con la mitad de los puestos que hasta ahora tenían pero, sin embargo, como remarcaron estas mismas fuentes, en plazas clave y de mayor poder real. Sólo en el caso de que, finalmente, Pedro Sánchez decidiera «hinchar» el organigrama de su ejecutiva, el PSPV podría optar a cubrir alguna vocalía más para redondear su presencia.
Dirigentes socialistas, sin embargo, discrepan de la decisión de Ximo Puig de sumar al mando de ejecutiva del PSPV, a su candidatura al Consell y a su escaño en el Congreso un puesto de relevancia con sillón en Ferraz. Alertan de que, en estos momentos, la prioridad de los socialistas valencianos debe pasar por las elecciones autonómicas y creen que se trata de un movimiento arriesgado que resta tiempo a Ximo Puig para recorrer la Comunidad.
