Las personas mayores de 65 años y los pensionistas cuya percepción esté por debajo del salario mínimo (640 euros mensuales) perderán a partir del 1 de enero la rebaja del 30% en el precio del billete de autobús en los desplazamientos interurbanos. Al menos, a día de hoy. El PP impuso ayer su mayoría en la comisión de Economía de las Corts para rechazar una enmienda socialista a la ley de acompañamiento a los Presupuestos de la Generalitat para 2014 que pretendía impedir la derogación de dos decretos y de una orden que hace veintitrés años implantaron estas ayudas. Todavía queda el debate en el pleno, dentro de dos semanas, pero si no hay una enmienda que lo evite, cuando la norma entre en vigor quedarán anulados definitivamente y, con ello, el descuento. A preguntas de este periódico, un portavoz de la Conselleria de Bienestar Social aseguró ayer que el Ejecutivo irá «actualizando» los convenios con las empresas concesionarias del transporte para ir incorporándolos al catálogo de servicios incluidos en la Tarjeta del Mayor, de forma que a través de esta se mantendrá el descuento.
La ley de acompañamiento está en tramitación en las Cortes desde finales de octubre y hasta ayer, a menos de cuatro semanas para acabar el año, el catálogo no recogía convenio alguno para amparar la rebaja del precio. ¿Qué pasará a partir del 1 de enero si un convenio no está incluido en el catálogo? ¿Cambiarán las condiciones? La Tarjeta del Mayor sólo cubre a las personas de más de 65 años; quedarían fueran los pensionistas con las pagas más bajas.
Para mayor incertidumbre, el convenio es voluntario; la norma era de obligado cumplimiento. Además, si las empresas no tienen amparo legal para percibir la compensación de la Administración por estas rebajas, está por ver que las apliquen. Máxime, en un Consell con graves problemas para atender los pagos. De hecho, hace dos cursos se suprimieron los descuentos por el Carné Jove en estos viajes interurbanos porque el Consell no pagaba, recordó ayer el diputado del PSPV Rafael Rubio, defensor de la enmienda. El socialista consideró la medida escondida en la ley en una disposición derogatoria que enumera 25 normas «un ataque a los más desfavorecidos de la sociedad», y subrayó que los descuentos tienen un doble contenido social, ya que afectan «fundamentalmente a las zonas del interior de la Comunidd, donde no hay alternativas al desplazamiento en autobús».
Una medida de hace 23 años
El recorte sólo afecta a los viajes entre localidades, dentro de la Comunidad. Quedan fuera las empresas públicas o concesionarias de autobuses en los desplazamientos intraurbanos. Desde Bienestar Social, se explicó que la idea es unificar la Tarjeta de Transporte que debían sacarse los mayores para obtener esta rebaja y la Tarjeta del Mayor, de forma que la primera se suprimirá. Pero como la segunda opera a través de convenios concretos con las empresas que ofrezcan ventajas a estas personas, ahora hay que actualizar e ir incorporando estos convenios en el catálogo de la Tarjeta del Mayor. «No hay ruptura; las empresas que hacían descuento lo seguirán aplicando», defendieron desde la conselleria, para apuntar que la iniciativa fue sugerencia de los mayores, por la incomodidad de la acumulación de tarjetas.
Las normas derogadas ayer son un decreto de 1990, aprobado por el gobierno del socialista Lerma, así como su modificación en 1996, y la orden del 21 de septiembre de 1990, firmada por el entonces conseller de Trabajo, Miguel Doménech. La medida fue fruto de una intensa negociación y debate en las Corts en 1988, impulsada por el exdiputado de EU Pedro Zamora.
