«El lunes llega el dinero y el lunes se paga. No hay dudas». Así de categórico se mostró ayer el secretario general del Elche, Antonio Rocamora, en una rueda de Prensa ofrecida en el Martínez Valero en la que confesó que el club ilicitano tiene una oferta de compra de la entidad por parte de un fondo de inversión de origen saudíde origen saudí, del que no ofreció más detalles al señalar que no estaba autorizado para desvelarlos. Una vez más, Rocamora evitó decir quién daba el dinero, cómo y por qué, lo que vuelve a dejar todo en el aire a la espera de que los cinco millones de anticipo que le ha prometido el fondo de inversión lleguen para afrontar los pagos que exige la Liga de Fútbol Profesional para el día 31 de marzo. De lo contrario, el club será sancionado y no podrá hacer fichajes la próxima campaña.
Esos cinco millones no se devolverán si la operación de venta va para adelante y se convertirá en un participativo. Si no se aprueba, tendría un interés del 4,5%.
El escenario sigue estando complicado. El consejo vuelve a fijar una fecha para que el dinero aparezca en las cuentas del club, circunstancia que no está clara ya que Rocamora viene repitiendo la llegada de un préstamo durante cuatro meses y todavía no se han hecho realidad sus promesas. La credibilidad de los dirigentes es ahora mínima y el órdago lanzado hasta el lunes deja al entorno franjiverde a la espera, aunque durante todo el fin de semana el expresidente Francisco Borja, que se reunió ayer por la tarde con los también ex máximos dirigentes del club Diego Quiles, Amador Poveda, Juan Serrano y Andrés Alonso en el hotel Huerto del Cura, va a seguir trabajando en su proyecto con el apoyo de la Federación de Peñas y de la Plataforma «Salvemos al Elche». No desean llegar al lunes sin haber movido ninguna pieza y luego verse en la tesitura de que la promesa del club no va para adelante y el 31 hay que cumplir con la LFP.
Borja señalaba ayer, tras hablar con los expresidentes, que van a pedir una reunión formal con José Sepulcre para exigirle que haga una auditoría a fondo de la entidad hasta el 31 de diciembre, además de un inventario de cómo están las propiedades y edificios del club y todos los contratos de relevancia de la entidad. «El 28 de abril, en la junta, no vamos a aprobar ninguna cuenta que no esté correcta», afirmó.
El expresidente también tiene claro que «todos tenemos que conocer quién es ese fondo de inversión y cuáles son sus intenciones». Entiende que eso es lo mínimo que deben saber los accionistas. «Si luego vemos que es solvente y conocido, pues para adelante, pero antes deseamos saber en qué manos se va a quedar el Elche», sentencia.
Rocamora señaló que el fondo ha realizado una oferta de doce millones de euros por el 54 por ciento de los valores de la sociedad, que son propiedad del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF). Se trata del mismo fondo que está dispuesto a ofrecer un crédito de 20,5 millones de euros, de los que cinco llegarán el próximo lunes y serán destinados a pagar salarios y resolver denuncias pendientes que eviten una nueva sanción por parte de la Liga de Fútbol Profesional (LFP).
El secretario general del club, que estuvo acompañado en la sala por José Sepulcre pero no en el estrado, lo que deja entrever que la operación no está cerrada, detalló la posible venta, que será examinada «por expresidentes, Ayuntamiento y agentes sociales» y que, según Rocamora, «no excluye a nadie». Será aprobada por el Patronato, cuya reunión prevista para ayer se suspendió el jueves y no tiene fecha para celebrarse, aunque en principio se dijo que iba a ser el martes.
Rocamora indicó que el Elche dispondrá del dinero al día siguiente de que el Protectorado de Fundaciones, el Consejo Superior de Deportes y el Instituto Valenciano de Finanzas, las tres entidades que deben autorizar la operación, den su visto bueno. Confirmó la posible entrada en el órgano rector de la entidad de Romualdo Soriano, quien ha actuado de enlace entre el consejo y el fondo de inversión. Finalmente, Rocamora señaló que «entiendo que la gente dude, pero no hemos engañado ni vendido una cabra», quien añadió que en el caso de que la Fundación no autorice la compra, el Elche tendrá que buscar «otras soluciones para su supervivencia».
