Las fuerzas políticas y sociales del País Vasco aguardan con expectación el anuncio de ETA que darán a conocer este viernes los miembros de la Comisión Internacional de Verificación que se encuentran ya en Euskadi.

El lehendakari, Iñigo Urkullu, será el primero en conocer el mensaje de los seis verificadores internacionales, encabezados por Ram Manikkalingam, que celebrarán esta tarde con el máximo mandatario vasco la primera cita de esta visita.

Mañana lo harán con representantes de la mayoría de los partidos vascos, excepto el PP y UPyD, que han señalado a Efe que no han recibido ninguna invitación para entrevistarse con esta delegación internacional, aunque en el caso de ser convocados probablemente tampoco acudirían ya que ninguno de ellos otorga legitimidad a estos interlocutores.

También se reunirán con sindicatos y agentes sociales, entre ellos algún representante de la iglesia vasca.

El anuncio al conjunto de la sociedad tendrá lugar mañana a las dos de la tarde en un hotel de Bilbao, donde los verificadores han convocado una comparecencia pública en la que darán a conocer un primer gesto dirigido al desarme de ETA.

Los distintos agentes políticos y sociales vascos aguardan con gran expectación el contenido de ese mensaje, aunque algunos dudan del verdadero alcance que tendrá y si se concretará en una entrega efectiva de armas o se postergará esa decisión.

El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha reconocido como positivo ese gesto de desarme que anunciará este viernes la Comisión Internacional de Verificación pero ha advertido de que el Gobierno no está dispuesto a "contribuir a la teatralización" de las iniciativas que hace "sistemáticamente" la banda terrorista.

Fernández Díaz, que ha acudido a París para participar en un encuentro del llamado G4, cree que ETA pretende que los verificadores "presionen para entrar en un proceso de negociación", pero ha recalcado que el Gobierno "no va a negociar con una organización terrorista" y sólo espera su "disolución incondicional".

A juicio del ministro, desarmarse "es muy fácil" y "basta con dar por ejemplo las geolocalizaciones de los zulos en los que mantiene su armamento".

Por eso ha cuestionado las intenciones del mensaje que difundirán mañana los verificadores. Tras su anuncio de poner fin a la actividad armada del 20 de octubre de 2011, "ETA pretende ahora que le demos las gracias y le paguemos el favor de que deje de matar", ha advertido.

Otras fuerzas políticas y sociales confían en que el anuncio que se hará este viernes supondrá un importante avance para consolidar el proceso de paz, aunque la mayoría opta por la prudencia.

La propia izquierda abertzale cree que los verificadores "darán algún tipo de información relevante", como ha dicho hoy el portavoz de Sortu, Pernando Barrena.

Barrena es consciente de que la postura de los gobiernos español y francés no va a cambiar, y por ello ha reafirmado la apuesta de la izquierda abertzale por la "unilateralidad" en el proceso del fin de la violencia, aunque ha pedido al lehendakari mayor implicación.

En este escenario, a falta de unas horas para que se produzca la comparecencia de la Comisión de Verificación, se multiplican las elucubraciones sobre el contenido de su anuncio, que previsiblemente marcará la agenda política vasca de las próximas semanas.