ETA conserva un arsenal compuesto por toneladas de material para fabricar explosivos y más de 500 armas cortas y largas, aunque la relación exacta de material, así como el número de activistas en la clandestinidad sigue siendo una incógnita para las fuerzas de seguridad.

Fuentes de la lucha antiterrorista han asegurado a Efe que ETA podría haber reunido en algún zulo el armamento que desea entregar, aunque la parte principal de su arsenal sigue oculta.

La Comisión Internacional de Verificación (CIV), que dirige Ram Manikkalingam, será la encargada de dar a conocer en una comparecencia pública convocada este viernes a las dos de la tarde en un hotel de Bilbao ese primer "gesto de desarme".

Las mismas fuentes apuntan la posibilidad de que los verificadores internacionales difundan una nota de la banda en la que se detallen sus intenciones para la primera entrega de material.

El armamento de que dispone actualmente, en realidad, es un enigma, ya que sólo se tiene constancia de las múltiples incautaciones de arsenal que ha habido en los últimos años y del material que los etarras han conseguido robar.

Pero se desconoce la venta de armas que hayan podido hacer en los dos años y medio transcurridos desde que ETA declaró el fin de su actividad armada para conseguir sustentarse económicamente o incluso si han llevado a cabo compras.

Sí es sabido que ETA conserva la mayoría de las 404 armas que sustrajo en un robo cometido en octubre de 2006 en la empresa Sidam, dedicada a la importación de armamento y munición, en Vauvert, en el sureste de Francia, de las que se le requisaron 149.

La mayoría eran pistolas Smith and Wesson, aunque las fuerzas de la lucha antiterrorista también tienen constancia de que disponen de pistolas semiautomáticas Sig Sauer, pistolas FN Herstal y de la marca Star.

También creen que aún disponen de más de 300 armas largas, entre ellas escopetas Franchi y subfusiles UZI, que llevan tiempo sin utilizar y que podrían estar en mal estado, por lo que no descartan que podrían ser las primeras en entregar para un primer gesto de desarme.

Junto a este armamento, también cuentan con toneladas de material para fabricar explosivos como polvo de aluminio, clorato sódico y nitrometano, además de miles de placas de matrículas sin troquelar -28.000 según calculó hace dos meses el comandante de la Subdirección Antiterrorista francesa, Laurent Hury-, así como prensas troqueladoras robadas en Francia y en Eibar (Gipuzkoa).

Junto a ello, la banda dispone de material para fabricar pasaportes, documentos de identidad y tarjetas de crédito.

No obstante, las mismas fuentes han recalcado a Efe que "un análisis sobre el arsenal de ETA no es más que una especulación", como también lo es el cálculo sobre el número de etarras que permanecen en la clandestinidad.

Las Fuerzas de Seguridad del Estado han apuntado que se trata de un grupo reducido e incluso se ha hablado de que estaría compuesto por una treintena de miembros, en cualquier caso menos de un centenar, según el experto antiterrorista francés Laurent Hury.

Sin embargo, las mismas fuentes recuerdan que aún hay 141 presuntos etarras huidos y buscados por la Audiencia Nacional.

Entre ellos figuran algunos que son requeridos por la Justicia desde 1979 y otros son dirigentes y negociadores de la banda como el propio José Antonio Urrutikoetxea "Josu Ternera", buscado desde 2005.

En cualquier caso, este viernes se espera que los verificadores internacionales concreten ese primer paso para el desarme y es entonces cuando se podrá evaluar el alcance de este gesto.