El sonido más habitual en los últimos meses en la Granadella de Xàbia es el de la sierra mecánica. El paraje, calcinado de punta a punta por el incendio que el pasado mes de septiembre arrasó 812 hectáreas de Xàbia y el Poble Nou de Benitatxell, vive una actividad que tiene un punto de frenética. El Ayuntamiento de Xàbia y dos empresas madereras se afanan en borrar el negro horizonte de los bosques carbonizados y desde hace meses se están talando los miles de pinos carbonizados.