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El Rico Pérez, un fortín de papel

El Hércules lleva cuatro meses sin conseguir un triunfo en casa

El Rico Pérez, durante uno de los partidos de esta temporada. jose navarro

No hay nada más difícil que ser profeta en tu tierra. Si no, que se lo digan al Hércules, que si sigue con una remota esperanza de carambola para entrar a final de curso en play-off no es, desde luego, por su bagaje en el Rico Pérez. Los alicantinos, lejos de mejorar los pobres registros en casa de los últimos años, han empeorado esta temporada casi hasta el extremo sus estadísticas como local.

Tras el empate -eso sí- de mérito del pasado domingo ante el Villarreal B, el Hércules acumula siete jornadas consecutivas sin ganar en su estadio. O lo que es lo mismo, casi cuatro meses desde aquel 5 de noviembre ante el Atlético Baleares. Desde entonces, cinco empates y dos sonadas derrotas ante el Atlético Saguntino y el Alcoyano. Sólo su fortaleza como visitante le mantiene aferrado al milagro; los blanquiazules lograron lejos de Alicante sus últimos tres triunfos: en Paterna ante el Mestalla, en Llagostera y en Zaragoza ante el colista Aragón hace nueve días.

Abono perpetuo al empate

En lo que va de curso, el Hércules ha ganado en casa cinco partidos, ha perdido dos y ha quedado en tablas en siete. Precisamente, ese abono perpetuo al empate -sólo el Sabadell y el Arenas de Getxo le superan entre los 122 equipos de Primera División, Segunda y Segunda B, es el que le lastra de cara a aspirar a cotas mayores porque sí que parece haber cortado de raíz la sangría de derrotas del curso anterior.

A punto de igualar un fracaso

Los siete partidos consecutivos sin victoria en el Rico Pérez se acercan peligrosamente a la peor racha del club en Segunda División B, que data de hace 14 temporadas. Entonces el equipo dirigido desde inicio hasta final de temporada por José Carlos Granero llegó a encadenar nueve fechas sin lograr el triunfo. Fueron, además, las nueve primeras jornadas en casa de la temporada y el Hércules no consiguió la primera victoria en casa hasta bien entrado el mes de enero: un 1-0 al Castellón con gol de Nano. Antes, habían desfilado por el Rico Pérez el Figueres, el Cartagena, el Espanyol B, el Gimnàstic de Tarragona, el Girona, el Alicante (con un doloroso 0-3), el Lleida, la Gramenet y el Lorca. Y todos regresaron con algún punto en la mochila. Aquel año el Hércules se pegó el quinto batacazo en Segunda B y terminó 11º.

Este Hércules actual ha superado, con su empate ante el Villarreal B, las seis jornadas sin triunfo en casa que cosecharon entre Pacheta (cinco) y Manolo Herrero (una) entre los meses de octubre y febrero de la temporada 14/15; la primera en Segunda B tras el descenso. En los 15 años en la categoría de bronce los blanquiazules tuvieron siempre borrones en el Rico Pérez, aunque no tan sonados como el actual. En el último ascenso, el de la 04/05, el Hércules enlazó dos rachas negativas de cuatro y tres partidos sin ganar en el inicio de temporada; pero la llegada de Mandiá se produjo a tiempo, el equipo terminó segundo y cantó el ascenso en la promoción ante el Alcalá.

Ganar en casa: misión imposible

Desde el descenso a Segunda B en verano de 2014, el Hércules sólo ha ganado el 50% de sus partidos de Liga en casa; un porcentaje extremadamente bajo para un candidato al ascenso de categoría. En total, 71 partidos de los que solamente pudo vencer 36, con 19 empates y 16 derrotas. O sea, que el Hércules gana en el Rico Pérez tanto como no lo hace en este peregrinaje por el tercer escalón del fútbol español.

Por su parte, Josip Visnjic, tras el empate ante el Villarreal B, mejora los números de su debut como entrenador del Hércules en la 02/03, cuando ganó su primer partido y perdió en el segundo. No obstante, en la tercera cita volvió a ganar en Castalia, estadio del líder e invicto Castellón de Oltra después de 30 jornadas de campeonato.

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