Hace sólo cinco años que el delantero alicantino Raúl González Robles (nacido en 1981) debutó con el primer equipo del Hércules, con el que llegó a disputar cinco encuentros, pero muchos herculanos le han perdido la pista y casi ni le recuerdan. El motivo es sencillo: aquella temporada 12/13 fue de las más convulsas que se recuerdan por el Rico Pérez y los técnicos Juan Carlos Mandiá y Quique Hernández llegaron a utilizar la friolera de 34 jugadores para finalmente evitar el descenso a Segunda B.
Raúl por entonces tenía 21 años y el presidente Jesús García Pitarch le hizo una promesa que no cumplió. «Recuerdo perfectamente que en La Nucía, en la pretemporada, se me presentó como jugador del primer equipo, con dorsal propio y todo, pero en enero me tuve que ir cedido al Orihuela (Segunda B) porque no contaban conmigo y nunca llegué a tener esa ficha», recuerda el canterano. «Son cosas que pasan en el fútbol, pero me dolió, tenía mucha ilusión y había sido el máximo goleador de la pretemporada», añade.
Ya en competición oficial, el delantero tuvo minutos con el Hércules de Mandiá ante el Elche, Alcorcón, Villarreal, Sabadell y Huesca, pero no se estrenó como goleador en una temporada en la que peleaba por el puesto con Javier Portillo y Braulio Nóbrega. El primero acabó el curso con 17 dianas, su mejor registro como herculano, y el segundo con cinco, las mismas que Edu Bedia.
Tras batirse el cobre en diferentes equipos de Tercera, Raúl despuntó el curso pasado en el Orihuela al anotar 18 goles, una cifra que le ha valido para dar el salto de categoría. Ahora milita en el Ontinyent, equipo revelación del grupo III ya que tiene tres puntos más que el Hércules y el sábado (20.30 horas) visita el Rico Pérez en duelo de vital importancia para los pupilos de Claudio Barragán. Ha marcado tres goles y busca el cuarto en casa. «En Segunda B no hay un Real Madrid o Barcelona. El sábado intentaremos ganar y podemos hacerlo, de hecho tenemos dos puntos más que el Hércules y eso no es casualidad», afirma el atacante del Ontinyent, quien detalla las claves del éxito de este modesto equipo recién ascendido: «El vestuario es muy sano, hay humildad y buenos jugadores».
Raúl cuenta las horas para que llegue el duelo del sábado: «Llevaba años esperando a jugar en el Rico Pérez, no sabía si iba a tener la oportunidad y al final voy a poder hacerlo».
Cuestionado sobre si le gustaría volver a vestir de blanquiazul, la respuesta es rápida: «Ojalá, eso significaría que sigo avanzando en mi carrera. Tengo ya 26 años pero mantengo la ilusión de seguir creciendo y ascendiendo peldaños. Los 18 goles con el Orihuela del año pasado me valieron para subir de categoría y a ver qué tal se da esta temporada. Yo entré en la cantera del Hércules como alevín, con 10 años, creo que con eso ya está todo dicho», explica.
El fichaje de Raúl por el Ontinyent el pasado verano no estuvo exento de polémica ya que el Orihuela anunció que había demandado al delantero por incumplimiento de contrato. El alicantino está «muy tranquilo». «Yo firmé un contrato privado con ellos, pero no la ficha. Lo que hice es completamente legal, el abogado así me lo dijo. De hecho, el Orihuela dice que me ha denunciado pero a mí no me ha llegado nada. El Ontinyent y yo actuamos correctamente», recalca.
El delantero alicantino tiene ganas de dar buena imagen en el Rico Pérez, pero no por deseo de venganza hacia el club que le formó, sino para reivindicarse y seguir dando que hablar con un Ontinyent, dirigido por Vicente Parras, que acapara elogios con el paso de las jornadas. «No le tengo rencor a nadie en el Hércules. Es cierto que me prometieron hacerme una ficha profesional y después no cumplieron. Ese enero (12/13) me fui al Orihuela cedido y el problema me lo encontré a la vuelta. El Hércules quería que alternara primer equipo con el filial y a eso si que no accedí, por lo que decidí marcharme y empezar mi carrera desde abajo», recuerda.
