A Juli se le acumula la faena. Dentro y fuera del césped. Al delantero alcoyano del Hércules, de 36 años, se le quedan cortas las 24 horas del día porque a su trabajo de jugador profesional se une el de coordinador del nuevo club Ciudad de Alcoy, fundado por él y su amigo Jorge Molina (Getafe).

En su segundo año de vida alberga ya a casi 200 niños y el propio Juli organiza los entrenamientos, habla con los padres y lleva las redes sociales de una entidad que ya pisa fuerte en Alcoy. «Lo primero es el Hércules, soy un profesional y tengo mucha ilusión por devolver al equipo a Segunda», explica el experimentado futbolista, quien añade: «Pero la mayoría de tardes las tengo libres y me encanta estar en contacto con los niños, hablar con los padres, ver cómo se llevan a cabo los entrenamientos y cómo juegan los más pequeños. Mi hijo está en uno de los equipos «querubín», formados por pequeños de 4 y 5 años y disfruto como un enano», señala.

Juli explica que el germen del nuevo Ciudad de Alcoy se puso ya hace 18 años: «El punto de partida fue el campus que hacemos cada verano desde 1999, es el más antiguo de España junto a uno que organiza Juan Señor en Zaragoza. Para hacer un campus tienes que tener un club registrado y por eso fundamos uno hace ya tiempo. Pero el año pasado decidimos dar un impulso y empezar a tener equipos». Sin apenas realizar publicidad, el Ciudad de Alcoy reúne ahora mismo cuatro conjuntos alevines, tres benjamines, dos prebenjamines y dos «querubines».

El atacante del Hércules regresó este verano a casa tras una carrera profesional muy dilatada, con 550 partidos entre Segunda B y Segunda y dos ascensos a Primera, con el Rayo Vallecano y el Alavés. «Toda mi vida gira en torno al balón, desde que era niño. Ha sido mi forma de vida y tengo claro que quiero seguir vinculado al fútbol cuando me retire. Me estoy sacando el carné de entrenador porque al final he aprendido un poco de todos los técnicos», explica Juli, quien matiza que no piensa en colgar las botas por el momento ni en sentarse en un banquillo.

«Sigo disfrutando de los entrenamientos diarios y de mi trabajo de profesional del fútbol, ser jugador es lo más bonito y mientras el cuerpo me responda y me quieran los equipos, voy a seguir», afirma.

El futbolista alcoyano llegó al desaparecido Alicante con 19 años y después militó (por orden cronológico) en el Castellón, Benidorm, Poli Ejido, Elche, Rayo Vallecano, Alcorcón, Alavés y Córdoba. Ahora busca en el Hércules repetir el ascenso a Segunda que consiguió con el Castellón en 2005. Es el líder indiscutible del ataque alicantino junto a Chechu Flores y el equipo ha despegado coincidiendo con su regreso y la llegada de Claudio Barragán al banquillo. Sin ir más lejos, la pasada jornada, ante el Mestalla, sirvió en bandeja el 0-1 a Chechu. «Tengo mucha ilusión por todo lo que estoy viviendo, tanto en el Hércules como en el proyecto personal que llevo entre manos. Ahora mismo lo de las tardes me lo tomo como un hobbie», insistie Juli.

Pero la intención del Ciudad de Alcoy es hacerse un hueco en el fútbol provincial y, a ser posible, a mayor escala. Por eso esta temporada ha empezado a competir con un equipo en Segunda Regional, la categoría más baja. «Claro que queremos dar pasos adelante. Ahora mismo la categoría de más edad que tenemos es alevín, por lo que no tenemos ni infantiles ni cadetes, por lo que los jugadores se van. La temporada que viene sí queremos hacer nuevos equipos de todas las edades para empezar a tener nuestra propia cantera», insiste.

Junto a Juli y Molina, en el proyecto del Ciudad de Alcoy figuran también los técnicos Pepe Aroca y Juanmi Sancho, con pasado en el Alcoyano.