«Si no nos metemos en la promoción, por lo menos lucharemos hasta el final». Estas fueron las palabras de Carlos Luque tras su debut el pasado domingo en el campo del Prat. Su estreno se saldó con un pobre empate (1-1) en un encuentro en el que se vio a un Hércules demasiado similar al que fue dando bandazos en los últimos tiempos con Tevenet. Pocos son los argumentos que le quedan a la afición para abrazar la esperanza, con el play off a siete puntos cuando restan nueve jornadas para clausurar el curso.

Uno de los pocos recursos que mantiene la grada del Rico Pérez, si no el último, es esperar que con el regreso de Chechu Flores el Hércules recupere parte del fútbol que extravío con el cambio de año. El atacante blanquiazul volverá esta tarde (18.00) a los terrenos de juego en el duelo contra el Espanyol B. Todo lo que no sea que sus compañeros y él consigan hoy el triunfo significaría dar por cerrada la temporada. La sentencia de Luque en el Prat pasa por doblegar al filial.

En su estreno en el Rico Pérez, el nuevo entrenador del Hércules apostará por una alineación ofensiva, en la que Chechu Flores ocupará una de las bandas y la otra será para Nieto, jugador que está ante su última oportunidad esta campaña. Luque dejará de lado el 3-5-2 que empleó frente al Prat y pasará a jugar con un 4-4-2 más convencional. Mainz será el ariete y la única duda del técnico pasa por elegir a su acompañante. Descartado Berrocal, la plaza en discordia se la juegan Gaspar y Juan Delgado.

Con Iván Buigues bajo palos, la defensa será la de siempre porque tampoco hay más efectivos en la plantilla. En este sentido, la noticia positiva la protagoniza Paco Peña. El capitán era duda por unas molestias en la rodilla pero ayer entrenó con normalidad y hoy se espera que sea de la partida. Toda ayuda es poca para conseguir un triunfo frente al Espanyol B que se antoja vital.