De alternativa al bipartidismo a caer en desgracia. ¿Qué le ha pasado a UPyD?
Hemos tenido unos fallos en comunicación del trabajo realizado y entiendo que hemos tomado decisiones erróneas o no suficientemente meditadas.
¿A nivel nacional?
Sí.
Ponga algún ejemplo.
La negociación con Ciudadanos se podía haber llevado mejor. A lo mejor el resultado hubiera sido el mismo, pero se podían haber apurado algunas posibilidades más.
¿Usted era partidario de unir fuerzas?
Yo era partidario de explotar todas las posibles negociaciones y creo que ni unos ni otros lo hicieron. Era un momento importante y hubo fallos. Ninguno de los dos tenía cierto interés en llegar a un acuerdo, pero al final los que quedamos mal fuimos nosotros.
Las propuestas de ambos son en muchos casos prácticamente idénticas.
Muchas son fusiladas por parte de ellos.
¿Se explica la fuga de militantes a Ciudadanos?
Algunas personas que nos mantuvimos abiertas a ese acuerdo somos las que nos hemos quedado y muchos de los que más criticaron esos posibles acuerdos con Ciudadanos son los que curiosamente se han ido. A mí me llama la atención. Yo soy una persona muy leal y entiendo que si hay unos acuerdos a nivel de partido, tienes que respetarlos. Y después siempre he pensado que no puedes abandonar un equipo cuando faltan 10 minutos para que acabe el partido y dejarlo en franca desventaja. Siempre he creído en los equipos y no puedes traicionarlos en los momentos difíciles. Si tú vas en un barco y tiene problemas, tienes que intentar llevarlo a buen puerto y no abandonarlo.
¿Su partido tiene solución?
Tenemos un congreso en junio y ahí tenemos que ver si somos capaces de remontar este bache o no. Todos los partidos han tenido sus momentos difíciles. Hay que tener altura de miras para superarlos.
¿Qué defenderá usted en ese congreso?
Hay que hacer muchos cambios, sobre todo a nivel de organización y comunicación.
¿Rosa Díez debería dar un paso atrás?
Es una gran política. Ella ya ha dado a entender que no seguirá como máxima representante del partido.
Si UPyD se quedara sin representación tras el 24-M en Alicante, ¿Fernando Llopis se apartaría definitivamente de la política?
Para mí sería un golpe muy duro porque hemos sido la mejor oposición al PP y el único grupo que realmente ha hecho propuestas positivas para la ciudad. Sería un shock porque me sería difícil entender cómo se vota en otras claves. Si los ciudadanos valoran el trabajo de cada una de las personas que hemos estado en el Ayuntamiento, pienso que van a depositar la confianza en nosotros. Si pensamos en los grandes líderes de Madrid o Barcelona, igual no. Para mí la política municipal es una política de personas.
Pero si los resultados no le sonríen, ¿qué haría? ¿Se refugiaría en la Universidad?
Nunca me he ido de ella. He seguido siendo profesor y he dado clases hasta el último momento, incluso en campaña. Retomaría proyectos universitarios que ahora mismo he abandonado en aras de la política.
Póngase ahora en el lado opuesto. Si formara parte del próximo equipo de gobierno, ¿cuál sería la primera medida que adoptaría?
La primera sería estudiar la situación económica real del Ayuntamiento. Pero también hacer estudios de reorganización de las estructuras municipales y hacer planes de potenciación del comercio y el turismo. Hay que unir lazos con otras entidades que están medio abandonadas, como el Puerto o la Universidad de Alicante. Además habría que cancelar los acuerdos que permiten traer basuras de fuera.
Pues Asunción Sánchez Zaplana anunció el pasado viernes un plan para impulsar obras en las partidas rurales gracias al tratamiento de residuos.
Las partidas rurales necesitan financiación, pero no por la llegada de basuras de fuera. No lo voy a tolerar. Alicante se tiene que financiar de todas las posibilidades que tiene y no por la basura.
¿Qué propuestas tiene UPyD para tratar de erradicar la exclusión social en la ciudad?
Hay que generar empleo. Sólo subvencionando no solucionas ningún problema. Si generamos riqueza, los porcentajes destinados a asuntos sociales serán mayores. Pero que nadie se engañe. Si no se genera empleo, no habrá fondos para ayudar a las personas que lo necesitan.
¿Y cómo se puede generar empleo?
Alicante es una ciudad de muchas posibilidades turísticas y hay que desestacionalizar el turismo. Es fundamental que el concejal de Turismo coordine muchísimas áreas y que las actividades se hagan pensando en ofrecer servicios y atracciones a la gente que nos visita. Ahora la ocupación en los meses de invierno está cercana al 30% y habría que incrementarla a un número más elevado. Y hay que recuperar la idea de que Alicante es el centro comercial de la provincia. Lo éramos y parece que se ha perdido. Hay que potenciar el comercio urbano, que muchas veces se consigue con que las grandes empresas sean capaces de instalarse en la propia ciudad. Las grandes superficies en la ciudad revitalizan todo el comercio de alrededor. Eso es lo que está pasando en Europa. Se están empezando a obviar los grandes macrocentros periféricos y las grandes superficies se van a la ciudad. Un ejemplo es El Corte Inglés.
¿Qué medidas adoptaría en materia de impuestos?
Las últimas subidas del PP son bastante tristes. Hemos hecho propuestas para facilitar el pago deI IBI y entendemos que cuando mejore la situación económica hay que afrontar una bajada.
¿Qué balance hace de su trabajo en el Ayuntamiento durante los últimos cuatro años?
Los datos están ahí. Ante una proposición del no de EU, que decía qué Alicante no le gustaría tener, nosotros hemos defendido cuál nos gustaría. Hemos hecho pequeñas propuestas que mejoraban los barrios y grandes propuestas a nivel general. Hemos sido inflexibles con la corrupción. No hay que olvidar que a pesar de que EU presentó de tropecientas formas cómo hacer dimitir a Sonia Castedo, fue la moción de UPyD, en la que pedíamos que no hubiera imputados en las listas, la que al final desestabilizó la situación de la exalcaldesa. Una moción que, curiosamente, dos años antes sólo habíamos apoyado nosotros.
No ha mencionado al PSPV.
Es que no ha hecho oposición. Lo triste es que mientras el candidato estaba presentando las alegaciones a Ikea en una cafetería, en las instituciones sus compañeros del grupo socialista no asistían a las reuniones del Consejo Social acerca de Ikea. Fue una vergüenza porque ha sido el candidato del PSPV el que hizo explotar su grupo municipal. Si ahora quiere formar un gobierno responsable, es difícil...
Si su partido consiguiera representación en el próximo ayuntamiento y tuviera la llave del gobierno. ¿Con quién pactaría?
Entiendo que Alicante necesita un cambio importante. 20 años de gobierno del PP nos han dejado una situación difícil. En primer lugar sería proclive al cambio. Pero también es cierto que no llegaría a acuerdos con fuerzas que tienen propuestas irrealizables y que no se pueden llevar a cabo. Hablaríamos de programas, propuestas y futuro. Nunca he negado la posibilidad de pactar con ningún otro partido porque he sido la persona que más acuerdos ha llegado con el resto de formaciones. Hay que pensar más en Alicante que en los partidos. Alicante ahora mismo está en una situación crítica y las decisiones de los próximos cuatro años van a marcar el futuro de muchos proyectos: PGOU, soterramiento, el modelo de Ikea... Tiene que ser un gobierno de personas, no de partidos políticos.
¿Qué condiciones pondría? ¿Cuáles serían las líneas rojas?
Atajar la corrupción, transparencia total en la gestión, reorganización de los servicios municipales pensando en el ciudadano... Y, como he dicho antes, no traer basura de fuera. A partir de ahí, acciones que se puedan llevar a cabo. No entramos en modelos chavistas de la política que generan pobreza al poco tiempo.
Ha traído cola esa expresión que usted ya pronunció en el debate de Informacióntv.
Es que al final me sorprende cuando se intenta engañar a la gente en un debate, con propuestas que no se pueden realizar. Soy menos político y más ingeniero, y cuando hago una propuesta siempre pienso que se puedan llevar a cabo. En el pleno escuché propuestas que no se plantean por el bienestar de la ciudadanía. O son irrealizables o meramente dogmáticas, como criminalizar la gestión privada.
Deduzco por tanto que no está a favor de rescatar las contratas municipales.
La solución no es sólo recuperar las contratas. En cada uno de los casos hay que hacer un estudio de qué es más rentable: si gestión directa o no. No es una cuestión de dogma, sino de mejor gestión.
¿Ikea sí o Ikea no?
Soy partidario de que las actuaciones a nivel comercial sean fundamentalmente para potenciar la ciudad. Ikea sí, pero sólo acompañada por un macrocentro muy especializado. No permitiría macrocentros que fueran más de lo mismo. Podría valorar un pequeño centro por ejemplo de equipamiento en el hogar que fuera referencia en 250 kilómetros a la redonda. Pero no duplicar lo mismo que tenemos en el comercio urbano. Pero aún así haría un especial esfuerzo por convencer a grandes superficies para que se instalasen dentro de la ciudad. Eso potenciaría todo el comercio de los alrededores.
¿Qué se debe modificar del Plan General?
Hay que hacerlo de cero. Se deben acometer actuaciones urgentes para proteger edificios y lugares que no lo estaban, y hay que buscar un equipo solvente de técnicos y especialistas que, con la ayuda de la sociedad civil, sea capaz de hacer un PGOU sin pensar en quién es el propietario de los terrenos donde vas a poner las zonas verdes.
¿Qué ha ocurrido en Alicante durante los últimos años para que el Gobierno central haya tenido que salir en ayuda del Ayuntamiento?
El PP ha intentado mantener su modelo clientelar y subvencionador de amigos durante este tiempo. Ha sido incapaz de tomar medidas ahorradoras y la gestión de contratas ha sido terrible para la ciudad. Se han pagado sobrecostes por encima de lo razonable y no se ha favorecido la libre competencia. No se ha gestionado bien la plantilla. La gestión ha sido terrible y dramática, porque han sido incapaces de realizar una gestión positiva. Se ha quitado dinero a turismo y a la Agencia Local de Desarrollo, mientras se daba más a contratas que daban un mal servicio. Y lo que no puede ocultar Sánchez Zaplana es que se paga al día porque nos hemos endeudado a largo plazo.
Es decir, que el próximo alcalde/esa se encontrará con una situación delicada.
Lo primero que hay que hacer es saber cuál es la situación real del Ayuntamiento. Hay una situación de deuda a medio y largo plazo, y eso se puede solucionar. Si intentamos generar los ingresos vía turismo e instalación de más comercios y superficies, se pueden compensar los desfases del PP. Pero eso obliga a una buena gestión.
¿Sería descabellado ver a Fernando Llopis en el PP dentro de unos años?
Sí.
¿Se lo han propuesto?
En cafés sí me han propuesto irme a muchos partidos, pero en serio, no. Conociéndome, lo que diría es que una vez que acabe esta experiencia, quiero seguir mi trabajo como profesor. No me veo a medio o largo plazo ocupando más cargos políticos. Mi aventura se acabará cuando se acabe la confianza de los ciudadanos conmigo en Alicante.
¿Y en Ciudadanos tampoco?
Es que a día de hoy... Me costó muchísimo entrar en política y tendría que haber un proyecto apasionante para entrar, porque la gente no es consciente de lo duro que es, para una persona que trabaja en otras cosas y tiene familia, dedicarte en cuerpo y alma a un Ayuntamiento. El trabajo de un concejal es complejo y más cuando estás tú sólo. Esto provoca un agotamiento. Ha sido una experiencia buenísima, pero dura. Así que a largo plazo no me veo. Tendría que ser un caso de extrema necesidad, que viera que es imprescindible. He de confesar que repetir en el cargo no fue una decisión fácil porque han sido cuatro años muy duros. Pero entiendo que tengo un compromiso con los ciudadanos de intentar repetir, y más viendo lo que puede llegar al Ayuntamiento. Entiendo que hacen falta personas honradas y con sentido común, y me da la sensación de que eso no brilla en las candidaturas de los partidos que pueden llegar al poder.
¿Qué supondría para la ciudad un gobierno tripartito de izquierdas?
Si el modelo de ciudad que tienen es el que propusieron en el debate, conseguirían prácticamente lo imposible: empeorar la horrible gestión del PP.
