Todos bajo una misma música. Cuando el pasodoble «Idella» sonó en la plaza de la Constitución, la fiesta estalló en Elda. Frente al Castillo de Embajadas, miles de personas cantaron al unísono la letra de este himno de los Moros y Cristianos de la ciudad, que dirigió el compositor de Cocentaina, Francisco Valor Llorens, subdirector de la Unión Musical Contestana de Cocentaina y director de la Banda Instructiva Musical de Alfarrasí (Valencia). Cerca de 400 músicos interpretaron esta composición que es un himno para los Moros y Cristianos y para toda la ciudad.

El autor de la marcha cristiana «Laia» levantó la batuta desde lo alto del Castillo de Embajadas antes de las 21 horas. Con un sólo movimiento, la AMCE Santa Cecilia y las bandas de las nueve comparsas interpretaron «Idella». Tras un año de espera, la magia volvió al epicentro de la fiesta y Elda se sumergió de lleno en sus Moros y Cristianos.

Los padres con los niños a hombros, los jóvenes cantando abrazados y quienes peinan canas con lágrimas en los ojos repitieron la letra del «Idella». Así se proclamó a los cuatro vientos que, ahora sí, Elda ya está en fiestas y que se avecinan días en los que la rutina diaria quedará aparcada para ejercer de moro o de cristiano.

Poco antes de que Valor comenzase la dirección de la composición, el alcalde de Elda, Rubén Alfaro, ataviado con el uniforme de su comparsa, la de Estudiantes, lanzó unas palabras a sus vecinos en clave de unión e invitándoles a vivir y a compartir los días de fiestas para que «todo el mundo se entere que somos los número uno». Los miles de festeros enfervorizados por las ganas de fiestas vitorearon las palabras del alcalde cuando una a una las nombró. Terminó su discurso, visiblemente emocionado, con un «viva a San Antón» y un «viva Elda».

Entrada de Bandas

Antes del momento culmen de este inicio de fiestas se celebró la Entrada de Bandas. Desde la plaza del Zapatero partieron las agrupaciones musicales con sus mejores galas.

Los primeros en desfilar hasta la plaza de la Constitución fueron las autoridades de la Junta Central de Comparsas encabezadas por su presidente, Pedro García, y el director del pasodoble, Francisco Valor, el alcalde, el concejal de Fiestas, Eduardo Vicente y la presidenta de la Mayordomía, Liliana Capó, escoltados por la banda Santa Cecilia.

Abrieron el desfile los cuatro festeros a los que en 2016 se les otorgó el mayor honor festero. Ellos se turnaron el honor de portar la bandera de la Junta Central de Comparsas. Una de ellas era Maite Tortosa, tesorera de la Junta Central y miembro de la comparsa de Moros Realistas y galardonada con el «Moro de Plata» y la otra Asunción Silvestre, de los Piratas, también integrante de la Junta Central y encargada de la Casa Viuda de Rosas y a quien se le otorgó el «Cristiano de Plata».

De forma excepcional Damián Varea, que dejó de ser embajador las pasadas fiestas e Isidro Monzó, que continua en el cargo en 2016 y a los que se le entregó su galardón en la Gala de los Moros y Cristianos, también encabezaron la comitiva.

El estandarte de cada una de las comparsas abrió el desfile de las bandas. Estos pasaron a engalanar el Castillo de Embajadas durante la interpretación del pasodoble.

Al filo de las 20.30 horas una riada de festeros caminaban hacía la plaza del Ayuntamiento. En ese momento, la plaza estaba llena, pero en los últimos diez minutos no cabía un alfiler en la calle Colón. Cuando finalizó el desfile, los festeros que estaban apostados en las vallas de la calle Colón, la ocuparon. Pero tanto esta vía como la plaza se quedaron pequeñas para albergar al número de festeros dispuestos a entonar el pasodoble.

25 años de la letra

Por vigésimo quinta ocasión en los alrededores de la fortaleza, que se erige para estos festejos en la plaza, se escuchó la letra que compuso el eldense Antonio Juan al pasodoble que lleva por nombre «Idella» del compositor de Gandía, Miguel Vilar.

Fue el 6 de junio de 1991 cuando se cantó por primera vez «Idella». En ese mismo año, las fiestas se alargaron un día más. Dos años antes ya se interpretó este pasodoble, pero sin letra. Fue el comienzo de un acto que hoy significa el comienzo de los Moros y Cristianos.

El castillo de fuegos artificiales que debería haberse disparado al finalizar el acto se retrasó al tener que acudir los bomberos, diez minutos antes de las nueve de la noche, a sofocar el incendio del toldo exterior de la galería de una vivienda situada en la calle Aragón. Unos 45 minutos después de finalizar la interpretación del pasodoble se procedió a disparar la traca desde los aledaños del Ayuntamiento.

El director del «Idella»

El director invitado, Francisco Valor es un gran conocedor de los Moros y Cristianos de Elda porque junto a la banda de Cocentaina tocaba para la comparsas de Musulmanes desde que era bien pequeño. A pesar de que no era la primera vez que se enfrentaba a un acto de este tipo, el músico estaba visiblemente emocionado.