El responsable financiero del sindicato CC OO de Vinalopó y Vega Baja ha sido condenado a un año, dos meses y 20 días de prisión por un delito de apropiación indebida al sustraer cerca de 10.000 euros del sindicato, tal y como confirmó ayer la secretaria de la organización, Carmen Palomar. Desde CC OO explicaron que la sentencia, dictada el pasado viernes, tras ir el caso por la vía penal, se ha resuelto apenas tres meses después de que se destapara el asunto porque el acusado reconoció los hechos y ha devuelto el dinero.
La denuncia partió de la propia ejecutiva del sindicato, cuando, el pasado 29 de enero, desde València, donde se realiza el control y seguimiento de las intercomarcales, detectó el fraude, y se dio el aviso a la ejecutiva del Vinalopó y Vega Baja. Según Carmen Palomar, desde el primer momento el empleado, responsable de finanzas, reconoció los hechos y presentó su dimisión, tanto de su puesto de trabajo, relacionado con el manejo de la contabilidad, como por lo que respecta a su afiliación al sindicato. Aun así, desde CC OO le abrieron un expediente sancionador y se puso el caso en manos de los tribunales.
No obstante, según admitió ayer Carmen Palomar, el hombre devolvió la cantidad sustraída, cercana a los 10.000 euros, antes de que se celebrara el juicio, por lo que hubo conformidad y se dictó la sentencia, que lo condenaba a un año, dos meses y 20 días de prisión. El empleado había estado, desde hacía muchos meses, sustrayendo diversas cantidades realizando asientos contables falsos en concepto de kilometraje y dietas. Viajes y comidas que no se habían realizado, con el fin de apropiarse del dinero del sindicato. Se trata de partidas económicas de gasto corriente, correspondientes a «la gestión interna», y no relativo a cuotas de los afiliados, aunque se trata, igualmente, de dinero del sindicato.
Facturas
El hecho de que pudiera salir a la luz que había facturas y asientos contables prácticamente dependía en exclusiva del control realizado desde València. Fue así como se pudo determinar que algo no cuadraba en las cuentas. «Era como vigilar al policía. Él era el responsable financiero, por lo que desde aquí poco podíamos hacer», recalca Carmen Palomar.
El caso no se había hecho público hasta ahora, y ni siquiera todos los afiliados conocían de la existencia de este desfalco contable. Sin embargo, donde sí era sobradamente conocido era entre la ejecutiva, empleados y personal más afín al sindicato, donde ha causado mucho malestar e indignación, ya que la persona que cometió el delito estaba muy vinculada a ciertos sectores sindicales desde hacía tiempo. Eso sí, todos coinciden en que nadie se imaginaba nada.
En cualquier caso, y pasado el trago inicial, desde la organización preferían centrarse ayer en dos aspectos: por un lado, en que los controles han funcionado; y, por otro, en que el condenado admitió los hechos y devolvió el dinero, evitando así un proceso judicial más largo, e incluso un escándalo mayor. «Lo importante es que el dinero se ha devuelto, y se ha resuelto todo de forma rápida. Yo me enteré el 29 de enero, un día después esta persona ya no estaba trabajando en el sindicato y tres meses después ya hay sentencia y el caso ha quedado cerrado», resaltó ayer por la tarde Carmen Palomar, tratando de dar por cerrado el asunto.
