Un respiro para los hosteleros de Elche. A partir de ahora pagarán mucho menos por utilizar las mesas y sillas de sus terrazas en la vía pública. Y lo que paguen estará más acorde con las características del territorio ilicitano, ya que se equipará a lo que se abona en otras ciudades similares, como puede ser Alicante. Y es que los empresarios del ocio tenían que afrontar hasta la fecha unos pagos similares a los de emblemáticos lugares de Madrid como la Puerta del Sol o la plaza de Callao.

El metro cuadrado de una terraza en Elche en una de las calles de la denominada categoría 1 (las más céntricas) tenía un precio mensual de 73,56 euros, mientras que por una calle similar en Madrid se pagan 73,98 euros. Una vez que se acaben los trámites de la aprobación de la nueva ordenanza reguladora de tasas por ocupación de terreno de uso público de mesas y sillas, se pagará 58,44 euros, lo que supondrá un 21% menos y se situará un poco por encima de lo que se paga en Alicante y por debajo de lo que se está abonando en Valencia.

El concejal de Aperturas, Carlos Sánchez, ha explicado hoy, en rueda de prensa, que hasta ahora los hosteleros de Elche pagaban 164 euros al mes por 2,25 metros cuadrados, lo que supone 73,56 euros por metro cuadrado, frente a los 73,98 euros que abonan los de Madrid por terrazas ubicadas en calles de primera categoría como Callao. Con esta propuesta de modificación que será llevada al pleno municipal, se pretende bajar la tasa hasta los 58,44 euros el precio del metro cuadrado en las zonas de 1º, 2º y 3º categoría y a 41,98 euros en las de 4º, 5º y 6º escalón.

Esta noticia llega después de que propietarios de cafeterías, restaurantes, pubs y discotecas del centro de Elche aseguraran que están casi al límite, y más que preocupados. Avisaron de que, como se catalogue definitivamente como Zona Acústicamente Saturada (ZAS) y se apliquen a rajatabla todas las exigencias legales y normativas conducentes a minimizar al máximo el ruido en el centro a raíz de la actividad hostelera y de ocio, no tendrán más remedio que bajar la persiana definitivamente, algo que, calculan, supondría, como mínimo, medio millar de parados más e importantes repercusiones económicas, además de dejar Elche como un «cementerio».

Las asociaciones Aesec y Hostelx salieron públicamente a manifestar que en el último mes han notado un aumento de la presión sobre las terrazas y locales de ocio por parte del Ayuntamiento a la hora del control de la contaminación acústica nocturna.