Propietarios de cafeterías, restaurantes, pubs y discotecas del centro de Elche aseguran que están casi al límite, y más que preocupados. Avisan de que, como se catalogue definitivamente como Zona Acústicamente Saturada (ZAS) y se apliquen a rajatabla todas las exigencias legales y normativas conducentes a minimizar al máximo el ruido en el centro a raíz de la actividad hostelera y de ocio, no tendrán más remedio que bajar la persiana definitivamente, algo que, calculan, supondría, como mínimo, medio millar de parados más e importantes repercusiones económicas, además de dejar Elche como un «cementerio».

Las asociaciones Aesec y Hostelx salieron ayer públicamente a manifestar que en el último mes han notado un aumento de la presión sobre las terrazas y locales de ocio por parte del Ayuntamiento a la hora del control de la contaminación acústica nocturna.

«Llevamos un mes con restricciones más fuertes. No hay que sobrepasar los 65 decibelios de noche, pero eso ya se supera solo con el tráfico rodado», manifestaba ayer Óscar Blanco, de Hostelx, colectivo desde el que se indica que si el centro de Elche se declara finalmente Zona Acústicamente Saturada se traducirá en «el cierre de todos los establecimientos hosteleros de la zona centro».

La respuesta de pequeños empresarios viene dada a raíz de que el pasado 20 de octubre trascendiera que el Ayuntamiento tiene tres meses de plazo para tomar medidas tendentes a frenar el ruido en el área de pubs del centro, al considerarlo un espacio ZAS, todo ello tras darse a conocer una sentencia judicial. En concreto, las calles donde el Ejecutivo local tiene obligación de actuar son: Maestro Albéniz, San Vicente, San Agatángelo, San Francisco Javier, Puerta de Alicante y Passeig de les Eres de Santa Llúcia.

El sector de la hostelería precisaba ayer que, si se aplica en su máxima expresión el área ZAS, esto significará que las cafeterías y restaurantes, de cerrar ahora a las 1.30 horas en fin de semana, deberán hacerlo a las 23 horas como muy tarde. Por su parte, los pubs, que actualmente en fin de semana pueden llegar incluso hasta las cuatro de la madrugada, deberían hacerlo a las 0.30 horas. Por último, las discotecas, actualmente con límite en las ocho de la mañana, pasarían a clausurar sus salas a las tres de la mañana, horarios inaceptables para los pequeños empresarios.

«Entendemos que se nos está cargando a nosotros toda la culpa. El centro no es Perleta. Aquí hay tráfico, viene gente y, ¿hasta qué punto es responsabilidad nuestra que la gente grite en la calle? ¿Y qué quieren? ¿Que la gente se vaya a tomar una copa o a salir a una terraza a Alicante, a Murcia?», manifestaba por su parte Miguel Limonchi, perteneciente a un grupo de ocio local.

Desde la Asociación de Empresas de Servicios Elche y Comarca (Aesec), su presidente, José Rizo, se preguntaba qué modelo de ciudad quiere ser Elche. «El Ayuntamiento se gasta mucho dinero en campañas publicitarias porque queremos ser una ciudad turística y, por tanto, queremos atraer turistas, pero, ¿para qué los vamos atraer a un cementerio?», indicaba Rizo, al tiempo que aseguraba que el sector servicios en Elche genera seis de cada diez puestos de trabajo.

Otro empresario dueño de un restaurante consideraba una paradoja que el Consistorio quiera poner coto a los locales por el tema del ruido, pero, al tiempo, a partir del 15 de agosto, les pida encarecidamente que permanezcan abiertos para que haya gente en la ciudad.

«No podemos cargarnos el ocio nocturno. No podemos ser para unas cosas la ciudad de Elche y, para otras, el pueblo de Elche. Aquí no tenemos el tardeo de Alicante o Murcia», reflexionaba Miguel Limonchi.

Miguel Ángel Fernández y otros empresarios recordaban al tiempo que cada local ha realizado inversiones muy importantes para acometer reformas a fin de limitar las molestias por los ruidos, y también en la instalación de limitadores acústicos, y que, a pesar de lo que la gente pueda creer, «prácticamente no hay ocio en la ciudad, no hay ruido. Solo hay un día, el sábado, y, lamentablemente, apenas cuatro locales tienen gente».

La resolución del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 1 de Elche expone que la acumulación de establecimientos de ocio nocturno abiertos hasta altas horas de la madrugada da lugar a una saturación acústica que rebasa «los niveles sonoros de recepción al exterior hasta superar con exceso los 65 decibelios permitidos por la ley, fundamentalmente los fines de semana y vísperas de festivos».

El Ayuntamiento de Elche ha recurrido esta resolución, es decir, no es firme, pero aún así ya ha tomado medidas para amortiguar el impacto del ruido nocturno, sobre todo en terrazas y a las puertas de los locales. Por su parte, los propios hosteleros también han creado una especie de patrullas para concienciar sobre el hecho de que hay que respetar el descanso vecinal y sacar bebidas a la calle, entre otras medidas.

Ambos colectivos pidieron ayer de paso que, a poder ser, los representantes municipales medien para mantener un encuentro con la Asociación de Afectados por el Ruido de Elche, que es la que ha acudido en varias ocasiones a los tribunales por la saturación sonora y que de momento éstos le están dando la razón. Los hosteleros aseguran que llevan como ocho años intentando hablar con esta asociación, pero que no quieren.

«¿De qué tenemos que hablar si voy a intentar dormir y no puedo?», respondía ayer un portavoz de la Asociación de Afectados por el Ruido de Elche.

Este colectivo manifestaba ayer, en cualquier caso, que el Ayuntamiento no está haciendo su trabajo, que podría hacerlo mucho mejor en esta cuestión, al tiempo que asevera que, desde que se denunciaron los hechos y hasta ahora, la situación del ruido ha empeorado mucho más. «Antes no había terrazas y sillas, y ahora sí. En la plaza de la Merced había una zona de rosales que quitó el PP y ahora hay terrazas», ponen como ejemplo desde este colectivo.

Por su parte, el concejal de Aperturas, Carlos Sánchez, anunció que en breve convocarán una mesa por el ocio responsable para explicar, sobre todo a los empresarios, las medidas que se están adoptando. Sánchez defendía que la gran mayoría de los locales favorecen ese ocio responsable y que ellos mismos piden una especial vigilancia con respecto a aquellos establecimientos que no cumplen con las normativas.

El edil añadía, por último, que el Ayuntamiento está cumpliendo y que, como muestra, hace tres semanas clausuró una discoteca.