Con motivo del Día Europeo de la concienciación ante la Parada Cardíaca, que se celebra cada año el 16 de octubre, el Hospital General de Elche y el Hospital del Vinalopó han puesto en marcha una serie de talleres para entrenar a alumnos, pacientes y profesionales en reanimación cardíaca.

En el General, se ha llevado a cabo esta mañana un taller teórico-práctico dirigido forma amplia a la población general, y de forma específica a un grupo de alumnos de segundo de Bachillerato del Instituto de Educación Secundaria Cayetano Sempere.

El taller se ha llevado a cabo en la primera planta del edificio de consultas por parte de facultativos y enfermeros de la UCI ilicitana y ha tenido como objetivo instruir a los ciudadanos, así como a los alumnos participantes, para que identifiquen a una persona con una parada cardiaca y sepan cómo actuar, además de mostrarles que deben actuar con el convencimiento de que la sociedad salva vidas, y sus manos salvan vidas.

Desde la UCI del hospital han destacado que “es necesario poner de relevancia el hecho de que la supervivencia de muchas víctimas, que gozan aparentemente de buena salud, depende de la reanimación cardiopulmonar y la desfibrilación precoces, y que la intervención dentro de los 3-4 primeros minutos puede aumentar las posibilidades de supervivencia a más del 50 %”.

Prácticas con maniquís

Para dar realismo y practicidad al taller se ha contado con un maniquí de RCP básica con dispositivo de feedback para que los participantes pudieran implicarse, practicar y experimentar las maniobras a realizar en caso de necesidad, e interiorizar la manera correcta de realizarlas, con explicaciones en tiempo real sobre las mismas.

También se han repartido folletos-resumen sobre los cuatro pasos sencillos que el European Resuscitation Council ha elegido para transmitir a la población en general las maniobras a realizar para conseguir “reiniciar un corazón”.

Por otro lado, también se ha simulado el uso de un dispositivo de Desfibrilación Externa Automático o Semiautomático (DEA-DESA) de simulación, ya que son dispositivos cada vez más presentes en Centros Comerciales y en espacios públicos de gran afluencia de ciudadanos y ciudadanas.

En el Vinalopó, profesionales sanitarios de los servicios de Urgencias y Cuidados Intensivos, se han dado cita hoy en el hall principal para aumentar el número de personas que conocen cómo actuar ante estas situaciones para poner en marcha la cadena de supervivencia en el menor tiempo posible. Además, profesionales sanitarios de los centros de atención primaria se ha desplazado a colegios de Aspe, Elche y Crevillent para hacer extensiva esta formación a los menores escolarizados, según informan desde este hospital.

Las recomendaciones internacionales indican que una de las estrategias para disminuir la mortalidad de los pacientes que han sufrido una parada cardiorrespiratoria es enseñar a la población en general las medidas básicas que deben aplicar a estos pacientes mientras llegan los equipos sanitarios y que han demostrado que aumentan la supervivencia en estos casos.

La parada cardiorrespiratoria es la interrupción brusca, generalmente inesperada y potencialmente reversible de la respiración y de la circulación espontánea. Una recuperación del paciente sin secuelas neurológicas exige que los tiempos de actuación sean lo más precoces posibles. En este punto, la colaboración ciudadana, el aviso y el inicio inmediatos de maniobras de reanimación son imprescindibles para conseguir un buen resultado final.

La técnica de reanimación cardiopulmonar consiste en el mantenimiento de la vía aérea abierta, de la respiración y de la circulación de la sangre, sin equipo específico, sólo utilizando las manos y la boca, pudiéndose usar dispositivos de barrera para la vía aérea, evitando así el contacto directo con la víctima.

Durante las sesiones formativas, los asistentes practican los consejos y recomendaciones de los profesionales sanitarios para realizar la reanimación cardiopulmonar sobre maniquíes o pacientes simulados, al tiempo que aprenden la secuencia de actuaciones que determinan un aumento de la supervivencia tras sufrir una Parada Cardiorrespiratoria (PCR), lo que se ha llamado cadena de supervivencia.

Esta cadena consta de cuatro eslabones bien diferenciados y todos a su vez imprescindibles. En primer lugar hay que alertar con rapidez al servicio de emergencias sanitarias llamando al 061, para posteriormente comenzar con las maniobras de reanimación cardiopulmonar básica (RCP) de forma eficaz y hasta que llegue el equipo sanitario que atenderá al paciente.

En tercer lugar se efectuará la desfibrilación precoz, que se refiere al tratamiento eléctrico de la arritmia que ha producido la parada. Por último, el equipo de emergencias sanitarias realizará la asistencia y traslado al hospital correspondiente.