La avería hace más de siete meses en una de las dos máquinas que realizan las pruebas de resonancia magnética en el Hospital General de Elche ha ocasionado que se tengan que derivar a pacientes a centros privados en Elche y en Alicante, al no dar abasto para realizar todos los diagnósticos pendientes. El servicio se encuentra externalizado y la concesionaria, la UTE Erescanner, asegura que la próxima semana llegará un nuevo equipo que se pondrá en marcha a finales de septiembre, tras muchos meses de espera.

De hecho, hace algunas semanas, comenzaron las obras para retirar la maquinaria antigua en previsión de sustituirla en unos días. Según trasladaron fuentes de la mercantil a este diario, el problema con el equipamiento pasa porque « el fabricante de uno de los equipos de resonancia magnética nos comunicó que había llegado a su fin de vida útil». Pese a que eso fue hace meses, desde la UTE explican que en el momento en el que recibieron esta notificación «en menos de 48 horas la UTE preparó un informe solicitando a Conselleria el visto bueno para su cambio por un equipo nuevo. Por responsabilidad y porque así lo establece la Agencia Nacional del Medicamento, la UTE también procedió a parar el equipo», si bien no concretaron cuándo se redactó dicho informe.

Lo que sí apuntaron es que el nuevo equipo llegará a lo largo de la próxima semana, y que se está trabajando para que entre en funcionamiento a finales de este mismo mes.

Desde la dirección del Hospital General de Elche trasladaron ayer que desconocían este problema, al tratarse de un servicio externo, pero que no tienen constancia de que se hayan producido quejas de los usuarios a través del Servicio de Atención e Información al Paciente, en cuanto a retrasos o problemas derivados de esta avería. De la misma forma, aseguraron que no tienen constancia de retrasos extra producidos en cuanto a la realización de pruebas a consecuencia de esta avería.

Sin embargo, los usuarios apuntaban ayer a que las demoras datan desde hace meses. «Llevamos desde marzo esperando a que nos llamaran para realizar la prueba. Entendemos que hay muchos pacientes y que las pruebas no se puedan hacer de un día para otro, pero esto me parece excesivo», se quejaba una de las pacientes que aguardaba ayer su turno en la sala de espera.

El Hospital General está comunicando a través de vía telefónica la derivación de las pruebas a los centros privados en los que la UTE posee escáneres en los alrededores. Fuentes sanitarias apuntan a que la mayoría acepta el traslado con tal de realizarse las pruebas, para evitar mayores demoras de las que ya sufren. El problema viene con personas mayores, que viven solas, o no disponen de vehículo para trasladarse a otras localidades o centros para realizar las pruebas.

Sábados y domingos

Las demoras han hecho que incluso se programen pruebas los sábados y los domingos, ya que al tratarse de centros privados sí pueden contratar personal para la realización de las mismas, al contario de lo que ocurre en los centros de gestión pública, según apuntaron ayer desde la dirección del hospital.

Fuentes sindicales criticaron ayer esta circunstancia, que se ha prolongado durante meses, sin que hasta ahora se diera a conocer o se anunciara la llegada de esta nueva maquinaria. Desde UGT recordaron que existe el compromiso de revertir el servicio una vez acabe la concesión, a mediados del año que viene, para que estas pruebas sean asumidas de forma directa por el propio hospital, en lugar de subcontratarse con una empresa externa. «Nos da la impresión de que la empresa no querrá asumir grandes costes si el servicio lo prestará solo en unos meses, pero no es excusa», apuntan desde el sindicato.

La máquina que queda operativa en el edificio anexo del Hospital General se destina, principalmente, a atender las pruebas de los pacientes ingresados en el centro. Ahora solo queda esperar para comprobar que las promesas de la adjudicataria del servicio se convierten en una realidad, y la nueva maquinaria entra en servicio en las próximas semanas. Así, podrían reducirse las esperas y recuperar la normalidad del servicio, sin derivar pruebas a otros centros hospitalarios.