Las demoras en las resonancias magnéticas que se realizan a los pacientes del Hospital General van en aumento. En estos momentos, desde que un médico de cabecera prescribe una prueba de estas características hasta que el paciente puede regresar a la consulta para conocer los resultados pasan prácticamente dos meses, a pesar de que desde la dirección del centro sanitario se asegura que «desde que llega la petición al servicio de resonancias tanto la citación como el informe se hacen antes de un mes tal y como está estipulado en el concierto con Conselleria de Sanidad».
Sin embargo, parece que el elevado coste que tienen estas pruebas de imagen que están concertadas con una empresa privada ha llevado a los responsables sanitarios a tomar la determinación de que todas las resonancias que sean indicadas por los médicos de Atención Primaria sean inspeccionadas cuando lleguen al Hospital General para determinar su conveniencia o, en su defecto, sustituirla por una ecografía que es realizada por el propio personal del centro ilicitano. Precisamente es esta circunstancia la que parece que tiene la «culpa» de que el proceso de realización de las resonancias se esté ralentizando, con lo que el tiempo desde que el médico la prescribe hasta que tiene el informe con los resultados en su mano es bastante mayor de lo que recoge el acuerdo entre la Conselleria de Sanidad y la empresa encargada de realizar las pruebas de imagen. Estas demoras, obviamente, se producen en aquellas resonancias que no son consideradas urgentes. «Pero existen pacientes preferentes que se citan e informan de los resultados en una semana. Además hay enfermos urgentes que entran por el servicio de Urgencias o que se encuentran ingresados en el hospital (oncológicos o neurológicos) que se ven el mismo día que se pide la resonancia y se informa ese día o al siguiente del resultado».
Además, este planteamiento está colapsando aún más el área de Radiodiagnóstico en el que se están haciendo tardes «extra» para poder desatascar la lista de espera de ecografías que se están citando, en caso las no urgentes y no preferentes, para dentro de varios meses. Mientras que la dirección del centro ilicitano mantiene que las demoras en cuanto a las resonancias se encuadran dentro de lo «normal», en el caso de las ecografías se estan adoptando medidas de choque para que las esperas sean lo más razonable posible, aunque en este servicio la falta de personal para absorber todo el trabajo que se genera es el escollo fundamental.
Mientras tanto, los responsables del Hospital del Vinalopó aseguran que en su centro sanitario las resonancias prescritas por los médicos están convenientemente informadas en el plazo máximo de 25 días, siempre y cuando la patología del paciente no sea catalogada como urgente.
