La feria de «food trucks» que acoge hasta hoy el Paseo de la Estación ha servido para dar un impulso al comercio y a la hostelería del centro de la ciudad, sobre todo desde el Parque Municipal hasta La Glorieta, las zonas más cercanas al evento gastronómico que ha traído propuestas de lo más internacional y actual a la ciudad. Así lo señalaron ayer los dueños de la gran mayoría de locales consultados por este diario. «Cualquier cosa que se hace en el Paseo de la Estación a nosotros siempre nos viene bien», señala Paqui García, una de las socias de un bar ubicado en pleno paseo. Descarta que esta feria sea una competencia para su negocio, pese a dedicarse a la gastronomía, «porque al final lo que hace es atraer más gente y siempre entra alguien más, gente que, de otra manera, nunca hubiera venido».

En la misma línea se manifestó ayer Anabel Mateu, que regenta un bar de tapas en las inmediaciones. «Yo no lo veo como una competencia. Al final, de lo que se trata es de que la gente salga de su casa, venga al centro, no se queden en el sofá o se vayan a Alicante. Que se queden en Elche y se le dé vida al centro. Con esto ganamos todos, hay más actividad, invita más a venir. Debería fomentarse no solo esto, sino cualquier actividad, cada semana», señala.

Más hacia la Glorieta, las sensaciones son parecidas. «El año pasado sí notamos una gran afluencia de gente, nos vino muy bien. Ayer -por el viernes- sí hubo más gente, aunque es cierto que más para tomar algo antes o después de ir a la feria que para cenar, pues muchos se fueron para allá, pero siempre es bueno que se atraiga gente al centro», señaló Rubén , uno de los camareros de otro local de hostelería.

El evento también fue un impulso para cafeterías o heladerías, que recogieron al público que, una vez come o cena en la feria, optan por darse una vuelta por el centro de la ciudad antes de marcharse a casa. «Muchos comen allí y aunque es cierto que hay postres y demás optan por seguir la ruta y venirse al centro a dar una vuelta, bajar la comida, y luego tomar algo», señala una camarera. «A estas horas, sobre las 16 horas, no hay mucha gente en un día normal, sobre todo hoy, con el calor. Sin embargo, estamos notando que sí hay más gente, pues mientras que hasta las 18 horas no suele venir nadie, hoy tenemos media terraza completa», señala el camarero del local contiguo.

Detractores

Sin embargo, nunca llueve a gusto de todos, y entre los hosteleros también hay detractores que piensan que «nos perjudica porque concentra a la gente en el Paseo de la Estación y se quedan allí. Aquello es la novedad y nosotros, que pagamos impuestos durante todo el año y estamos aquí siempre, perdemos la oportunidad de captar a toda esa gente», señalan desde una heladería del centro. «Tiene precios bastante buenos y contra eso, el ambiente y la novedad no se puede competir. Es algo que no está todos los días, por lo que la gente, si sale, va hacia allí y no hasta aquí», añade.

En cuanto al comercio, «siempre se agradece cualquier cosa que haga que la gente baje al centro. Lo notamos viernes, y hoy por la mañana también algo. La gente baja a dar una vuelta a media tarde, antes de cenar, y se pasea. Ve escaparates, entra en las tiendas, y eso siempre se traduce en alguna venta extra», apunta la dependienta de una zapatería.

«El ambiente también ayuda», apunta la encargada de otro comercio de ropa. «El hecho de que haya movimiento siempre da algo más de vida», añade.

Lo cierto es que la afluencia de público fue notable durante la jornada. Tanto el viernes como ayer, era difícil encontrar un hueco libre en las numerosas mesas a lo largo del Paseo de la Estación. Muchas de las furgonetas que ofrecían sus productos tenían colas de espera, animadas por la música en directo que reinó en algunos momentos o temas clásicos para el gran público.

«Hemos tenido muchos clientes que venían desde allí al no encontrar hueco, haber mucha aglomeración y cambiar de planes, pero eso decimos que este tipo de eventos también es bueno para nosotros», señalan desde un bar cercano a la feria gastronómica.

Para los regentes de las diferentes caravanas de los «food trucks» también están siendo unas jornadas de buena afluencia de visitantes, tal y como señalaron ayer a este diario. La jornada del viernes, que siempre suele ser más floja, «estuvo muy animada. Hoy hace mucho calor y para comer hay menos gente, pero esperamos que para cenar haya una buena avalancha», señaló una de las casetas. Y por opciones no sería. Desde la tradicional parrillada hasta propuestas veganas, sushi y multitud de platos hicieron ayer las delicias del público ilicitano, que se concentró en los puestos.