? Además de comercios, bares y restaurantes, desde los diferentes pubs de la ciudad, que llevan tiempo tratando que despegue el tardeo ilicitano, también valoraron de forma positiva la feria. Muchos de los que bajaron al centro a comer se quedaron después a seguir la jornada. Así, las terrazas del paseo de les Eres de Santa Llúcia comenzaron a llenarse antes de la hora habitual. Los distintos locales de los alrededores también notaron un ligero aumento en cuanto a la afluencia, ya no solo de gente joven sino también de grupos de amigos y familias de otras edades. «Hay que darle vida el centro, y esto es una forma de decirle a la gente que se queden en Elche, que hay vida».